Opinión

Urge un cambio de estrategia de campaña de Xóchitl Gálvez

*Su imagen de la madre mexicana luchona, su gran capital político

*EL AND de políticos mexicanos: agachones, pero dentro del presupuesto

La candidata del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, debe tomar medidas urgentes para cambiar su estrategia en su programa de campaña para la presidencia y su proyecto de nación, que debe presentar a los miles de seguidores que tiene y que esperan tener más repuestas de lo que ofrecerá en caso de ganar la Presidencia.

Debe entender que su grupo inmediato de trabajo no están dando los resultados esperados, que cumplen con algunos objetivos, pero deben tener un cambio sustancial y que en caso de ser necesario debe hacer algunos movimientos entre quienes están a su lado, para darle un mayor impulso a su campaña, ahora que ya es importante hacerse presente en el colectivo nacional y no sólo a través de las redes sociales.

Debe entender que su rival no es Andrés Manuel López Obrador (la imagen del Presidente), sino todo lo que representa y lo que ha provocado el desencanto de gran parte de los 30 millones que votaron por él en el 2018. Sus otros rivales son Claudia Sheinbaum, quien cuenta con todo el apoyo del Estado para su campaña; y el millenials Samuel García, quien tan sólo aparece como candidato para quitarle votantes; por cierto a este último no lo debería tomar en cuenta y recordar que perro que ladra no muerte.

Pero Xóchitl Gálvez, quien tiene carisma y representa la imagen de la mexicana luchona, que lo mismo prepara el desayuno, lleva a los hijos a la escuela, conoce a las madres de sus hijos, al tendero de la esquina, a la marchanta del mercado, que regatea en cada compra, que vende por catálogo y se da tiempo para el chisme.

Esa es la imagen de Xóchitl, que recuerda la imagen de miles de madres mexicanas, que luchas por sus hijos, contra todo y contra todos, y que en esta ocasión lucha contra el Padre machista, agresivo, impositivo que representa el Gobierno de AMLO, pero el Gobierno, no la imagen de Andrés Manuel López Obrador.

Esa es una gran ventaja, porque es una Madre Morena, trabajadora luchona, una imagen que nunca podrá tener Claudia Sheinbaum, que representa todo lo que la mayoría de los mexicanos detestan, la mujer sangrona, estirada, que levanta el dedo meñique cuando como un taco, que le da asco comer en la calle y parada, que manda a su “muchacha” por sus niños y a las compras.

Pero Xóchitl necesita también generar la imagen trabajadora, emprendedora y para ello requiere del apoyo de la experiencia de políticos como Ángel Gurría, Enrique de la Madrid, Germán Martínez, de Kenia López Rabadán, y también de los tres presidentes de los partidos que conforman el Frente Amplio por México, Alejandro Moreno, Marko Cortéz y Jesús Zambrano.

Pero de estos tres en especial que le brinde las facilidades y el apoyo irrestricto para su campaña, para conformar un verdadero Frente, en el cual todos estén de acuerdo en las 9 candidaturas (8 estados y la CDMX), de los 500 diputados y los 120 senadores; al igual que de presidentes municipales y las legislaturas estatales.

Esto sería ideal, pero sabemos que los dirigentes de los partidos y sus cercanos, ya no son tan fieles al proyecto del Frente, están más preocupados por ver su futuro y tener una plan B, en caso de no lograr el triunfo que millones de mexicanos esperamos de acabar con en el legado de AMLO, ello esperan tener su fuero porque al final México no les importa tanto, para sacrificarse por el país, como ese es un mito de los héroes que nos dieron patria y con el cual nos han engañado por años a través de la historia de México; pero habrá quienes digan: “No es mentira, pero le exageran…”.

AL VUELO… Sin duda en el ADN de los políticos, sin importar en el partido en el cual militen, está el ser agachones, siempre que sigan viviendo del presupuesto.

Marcelo Ebrad es el ejemplo más claro de ellos, antes de que Morena eligiera a su candidato a la Presidencia, ya sabía que Claudia Sheinbaum era la elegida por Andrés Manuel López Obrador, impugnó, pataleó y al final puso en entredicho el sistema de elección.

Con lo que comenzó su campaña de diferencia con Morena y que buscaría la candidatura por cualquier media, al final de mover a sus seguidores de partido en su favor, terminó en la ridícula actitud de sumarse a Sheinbaum, de doblegarse y aceptar lo que le quieran dar, pero en algo que el fuero lo proteja de todas las transas que hizo cuando fue Jefe de Gobierno de la CDMX, como el fraude de la Línea 12.

Otro de ellos es Ignacio Mier, quien estaba peleado con su primo Alejandro Armenta, a quien dijo lo iba a superar en las encuestas para aspirar a la gubernatura de Puebla. AMLO decantó por Armenta, y el diputado Mier se inconformó, pero apenas ayer cambió de opinión y ahora está de uña y mugre con su primo, con la promesa de que le otorgarán una senaduría en la próxima legislatura.

Algo parecido sucedió con el diputado Jorge Carlos Ramírez Marín, quien renunció al PRI para irse al Partido Verde Ecologista, por el hecho de que no iba a ser considerado como candidato a la gubernatura de Yucatán.

Al final el Verde no lo designó como candidato, pero ahora sabe que tiene asegurada una senaduría, por lo menos si llega a arrasar Morena en el Senado, pero cambió de bando sólo para asegurase un fuero.

Y qué decir de Víctor Hugo Lobo, quien renunció al PRD, por asegurar que los dirigentes del Sol Azteca por haberse olvidado de la bases, cuando en realidad lo que exigió es que le dieran la candidatura de la Alcaldía Gustavo A. Madero, a la cual quiere llegar por tercera ocasión y de la que ha hecho parte de su coto de poder, para obtener recursos, pues hay que recordar que con su esposa, Nora Arias, y el ahora morenista (antes perredista) y Francisco Chíguil han hecho de esa demarcación su feudo. Pero como no iba a ser el elegido y en busca de fuero o un puesto en el próximo gobierno de la CDMX, en caso de ganar Clara Brugada, dejó al PRD y en breve se unirá a Morena. Sin duda todos los políticos mexicanos tienen en su ADN, el vivir del presupuesto, por ello aplica eso de “es un error vivir fuera de presupuesto”, y la máxima: “Hasta que me hizo justicia la Revolución”.