Opinión

“Hágase la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre”

*El Presidente ya tiene un nuevo enemigo, la SCJN

*Acusa a los trabajadores del Poder Judicial de casi no trabajar

El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sigue en su ataque para modificar la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con la intención de que sea él o quien sea el nuevo Mandatario quien designe a los magistrados, con una supuesta elección en la que el pueblo decida quienes son los elegidos, pero en realidad con una votación amañada.

Cabe recordar que el Presidente, cuando busca descalificar y desaparecer algún organismo que no acata sus órdenes o contradice sus deseos, como sucedió con el INE a principios de año, cuando le quitó recursos, atacó diariamente algunos de sus miembros, hasta que terminó su gestión.

Al no poder modificar la estructura del INE, su alternativa fue proponer y al final que fueran las nuevas autoridades electorales afines a sus intereses quienes se quedaran al frente de este organismo.

Por ello desde el cambio de las autoridades electorales dejó en paz a ese organismo, pues sabe que en cualquier controversia que puedan afectar a sus protegidos de la 4T, no habrá sanciones y podrá presionar para que sean sancionados los candidatos de la oposición en caso de que ninguno de sus protegidos gane en las elecciones del 2024.

Ahora su ataque es a la SCJN a la que busca quitarle sus fideicomisos, para debilitar al Poder Judicial, y en el proceso descalificar a ese organismo y a sus magistrados, al igual que a la mayoría de sus empleados.

Luego de las protestas que han realizado los trabajadores del Poder Judicial, el Presidente afirma que no trabajan, al señalar: “Dicen, por ejemplo: ‘Vamos a hacer un paro’. O sea, pues si se van de vacaciones no sé cuánto tiempo, si no trabajan, o sea, se tardan…Bueno, hay miles de personas que tienen 10 años sin sentencia”.

Después afirma que no serán afectados ni en sus salarios, ni en sus prestaciones y menos en sus jubilaciones, que el desparecer los 15 mil millones de pesos de los fideicomisos, es para evitar los lujos de Magistrados y aseguró que llegar a obtener hasta 700 mil pesos por todos sus privilegios, como pago de choferes, trabajadores domésticos, mantenimiento de casas, viáticos, cirugías plásticas y otros lujos.

Al oír esto recuerdo el dicho: “Hágase la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre”. Porque resulta curioso que el Presidente habla de austeridad y nunca nos ha informado cuánto paga por el servicios que recibe a diario para su alimentación; cuánto paga por la limpieza del lugar en el que habita (Palacio Nacional); cuánto paga de luz y agua; cuánto paga de teléfono; cuánto paga por servicio de tintorería; cuánto paga por cada guardarropa que usa (parece que estrena todos los días ropa); quién le paga a su chofer; quien paga sus médicos (que son varios y todos especialistas); cuánto se paga en cada gira; quién paga la escuela en Londres de su hijo mejor. Además de los gastos que genera su Mañanera. En fin un gran número de gastos que se generan por ser Presidente y que considero que 163 mil 793 pesos al mes (suma de sueldo y prestaciones), no alcanzan para todo esto.

Habrá quien diga que es parte los beneficios de ser Presidente y estamos de acuerdo, pero también son prestaciones que él nunca ha considerado como parte de sus remuneraciones por ser el Primer Mandatario, y que si hacemos cuenta supera los 700 mil pesos que asegura devengan los Magistrados.

Todo lo que el Presidente usa, come y gasta es parte de su sueldo, el cual se paga con el dinero de todos los mexicanos y debería ser él quien primero diera a conocer ese dineral que día a día gasta, que no vea la paja en el ojo ajeno, sino la viga en el propio, pero mejor así le dejamos no vayan a decir: “No es mentira, pero le exageran…”

Por cierto me quedan algunas dudas, ¿Le pagará a los ex peloteros de Ligas Mayores con los que juega cuando va a “macanear”? ¿Llevará a verificar sus autos? ¿Le cobrarán el predial del Palacio Nacional?