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Magistrado denuncia irregularidades en el sistema judicial

Tras la detención del magistrado Javier Laynez Potisek en Torreón, Coahuila, bajo el pretexto de conducir en estado de ebriedad, el letrado acusa irregularidades en su detención y señala pagos en efectivo, sin recibo de por medio, así como mentiras en la boleta de detención por parte del oficial que lo presentó ante el Ministerio Público, para lo cual emitió un comunicado exhibiendo la manera en la que miles de mexicanos se enfrentan a diario a un sistema que hace lo que quiere cuando quiere.

De acuerdo con el reporte dado a conocer, autoridades mexicanas detuvieron a Javier Laynez Potisek, magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), por conducir en estado de ebriedad en Torreón, Coahuila, con el oficio número 632/2021 de la Fiscalía General del Estado de Coahuila, reveló el arresto de Laynez Potisek el pasado 9 de octubre, aunque el jurista quedó libre ese mismo día.

El ministro de la Suprema Corte niega rotundamente los hechos señalados.

La información que trascendió ese día es que el letrado del máximo tribunal de justicia del país fue detenido el pasado 9 de octubre en calles de Torreón, Coahuila.

De acuerdo con el reporte, Javier Layez conducía un vehículo Dodge Stratus 2006, cuando elementos de la Dirección de Tránsito y Vialidad de Torreón le marcaron el alto en la colonia Centro.

En el documento se especifica que la falta cometida por el ministro fue «conducir en estado de ebriedad».

Laynez Potisek fue remitido al Ministerio Público a las 2:05 de la madrugada del pasado sábado y salió de las instalaciones ese mismo día, según la ficha oficial.

Medios locales indicaron que el ministro quedó en “libertad supervisada” por un periodo máximo de tres meses, además de pagar una multa que puede llegar a los 500 días de salario mínimo, que corresponde a 44,810 pesos.

Después de conocer esta información, el ministro Laynez compartió un comunicado en el que negó los hechos que le imputan, afirmando que no manejaba en estado de ebriedad, pero que no tuvo oportunidad de probarlo.

Asimismo, indicó que su detención fue irregular, pues no se hizo dentro de un retén o protocolo de alcoholímetro, y que fue hasta el día siguiente que le notificaron la supuesta falta.

«Quiero dejar claro, que estoy totalmente de acuerdo con la lucha y los operativos anti-alcohol. Nadie tiene derecho a manejar en estado de ebriedad y esta conducta debe ser sancionada con severidad. Sin embargo, estos operativos deben sujetarse a estrictos estándares que eviten la corrupción y respeten los derechos humanos de la ciudadanía», detalló.

Puntualizó que aunque en las publicaciones realizadas se dieron a conocer todos sus datos personales en flagrante violación a la protección que la ley otorga a los mismos, «he decidido no presentar ninguna denuncia. No tengo absolutamente nada que ocultar ni de qué avergonzarme», puntualizó.