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Se desborda violencia en Chilpancingo

Pese a los innumerables episodios de violencia que se viven en Chilpancingo, tanto la presidenta municipal Norma Otilia Hernández como la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado no hacen nada por frenar los episodios que tienen a la población del Estado en zozobra por los constantes enfrentamientos tanto de grupos criminales como de civiles contra diversas organizaciones.

Después de un fin de semana intenso donde hubo muertos y heridos, ayer por la mañana, aproximadamente unos 5 mil pobladores de la zona sur de Chilpancingo, como Mochitlán, Quechultenango y Juan R. Escudero (al parecer zona de operación del grupo criminal Los Ardillos) se enfrentaron con alrededor de 700 elementos de la Policía Estatal y de la Guardia Nacional (GN) que se encontraban detrás de vallas metálicas de contención.

La protesta era porque los manifestantes pedían la liberación de dos dirigentes transportistas de la ruta Río Azul que fueron detenidos la semana pasada por elementos de la Policía estatal por presuntos delitos del fuero federal.

Los oficiales intentaron repeler la agresión con gas lacrimógeno, pero fueron nuevamente agredidos con piedras y palos. Algunos de los manifestantes, además, golpearon a un grupo de elementos que se encontraban en el punto conocido como La Cinca, cuyo módulo de seguridad fue atacado también a pedradas.

Los últimos reportes señalaron que los manifestantes se introdujeron en Chilpancingo y se apoderaron de varios vehículos. Al parecer se dirigen a las instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) en las que supuestamente se encuentra recluido uno de los líderes detenidos identificado como Jesús Echevarría.

Las autoridades señalaron la pugna territorial entre los grupos criminales de los Ardillos y los Tlacos como la razón principal de la violencia, así como la detención el pasado jueves de un líder transportista, presuntamente cabecilla del grupo criminal los Ardillos, porque presuntamente transportaba droga, cargadores y cartuchos.

En los días previos al estallido violento, concretamente el miércoles por la mañana, se difundieron un video y fotografías en las que aparece la alcaldesa Norma Otilia Hernández junto a Celso Ortega, uno de los jefes de los Ardillos.

La presidenta municipal Norma Otilia, dijo ayer que no va renunciar a su cargo por los hecho violentos que re registraron el fin de semana en Chilpancingo. Incluso atribuyó dichos episodios de violencia a “fuerzas oscuras y perversas”.

El presidente del PAN nacional, Marko Cortés exigió la destitución de la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, tras su vinculación con presuntos criminales y la jornada de violencia del fin de semana.

En su cuenta de Twitter, señaló que Morena tiene a Guerrero en llamas, mientras la alcaldesa se reúne con criminales. “La violencia ya es insostenible por su estrategia de abrazos a los delincuentes. ¡Esto debe parar ya! Exigimos la destitución de la alcaldesa Norma Otilia Hernández”, escribió.

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) indicó que los hechos ocurridos en Chilpancingo atentan contra la paz, la estabilidad social y la seguridad de los ciudadanos, por lo que pidió que sea implementada una estrategia de seguridad más completa.

“Reiteramos nuestra petición a los tres niveles de gobierno para que, exista una estrecha coordinación entre las autoridades municipales, estatales, federales y las distintas corporaciones policiacas para que cumplan con su obligación Constitucional de brindar seguridad a la población con base en una estrategia integral contra la inseguridad”.

En su comunicado, la Coparmex también pidió luchar contra la violencia, inseguridad e impunidad porque se afecta la convivencia social, la inversión y el desarrollo.