Seguridad

Se defiende Zerón de Lucio de acusaciones de tortura en caso Ayotzinapa

El extitular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la extinta PGR Tomás Zerón de Lucio, aceptó que sí amenazó al sicario del grupo criminal “Guerreros Unidos” Felipe Rodríguez Salgado (a) “El Cepillo”, para que les diera el paradero de los 43 estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa desaparecidos el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, pero que no le torturó como lo sostiene la Fiscalía General de la República (FGR) en sus investigaciones.

En una entrevista con una cadena internacional de noticias del Reino Unido, el exfuncionario en el sexenio de Enrique Peña Nieto mencionó que “se ve que lo amenacé … ok, pero nunca lo torturé. Era el jefe de la Agencia de Investigación Criminal, yo no tenía necesidad de torturar a nadie”.

Zerón de Lucio quien cuenta con órdenes de captura en su contra libradas por un juez federal en México, una de ellas por tortura, por lo que huyó a Israel para evitar ser detenido, país al que se solicitó su extradición a nuestro país, proceso que se ha complicado debido a que no tiene convenio de extradición con México, resaltó cómo fue que la PGR intervino en el caso y se enteró de que los jóvenes presuntamente fueron asesinados, calcinados y sus restos lanzados en bolsas de plástico al Río San Juan, en Cocula.

Indicó, que el entonces titular de la PGR Jesús Murillo Karam, le informó que iban atraer el caso que estaba en manos de las autoridades de Guerrero, “la magnitud y la presión de este caso fue mayúscula. En ese momento se desplegaron más de 10 mil efectivos del gobierno federal, de elementos de la Marina, Defensa Nacional, Policía Federal, y de la Procuraduría General de la República».

Apuntó, ”todavía no teníamos una teoría de lo que había pasado, sino lo que hice fue el enviar policías, enviar peritos forenses para empezar analizar toda la información”.

El también exintegrante del Consejo Nacional de Seguridad Pública al final del sexenio de Enrique Peña Nieto, sostuvo que la PGR tenía conocimiento de que en Guerrero prevalecía la impunidad, mucho antes de que los estudiantes desaparecieran, “… en Guerrero había impunidad en el gobierno local, particularmente en Iguala, derivado a que estaba incrementando mucho la delincuencia en esa zona y alguien que salía constantemente en todas estas investigaciones era el alcalde (José Luis Abarca Velázquez) y su esposa (María de los Ángeles Pineda Villa). Dos de sus hermanos de la esposa (Mario y Alberto, ‘El MP’ y ‘El Borrado’, respectivamente) del presidente (municipal) habían estado vinculados directamente con el narcotráfico”.

Insistió, “en el caso de los estudiantes todo apuntaba directamente a la participación e instrucción del alcalde Abarca Velázquez. Las primeras detenciones en relación a este caso fueron de varios policías municipales, algunos criminales que en sus declaraciones narran y describen qué es lo que había pasado con los estudiantes y es como nosotros llegamos al basurero”.

Recalcó, “las diligencias que se llevaron a cabo en las inmediaciones del basurero de Cocula y en el Río San Juan, se hicieron con apego a la ley. El día 27 de octubre (2014), 27 por la mañana volamos de la Ciudad de México hacia Cocula. Nos traslada en unos vehículos de las Marina hacia el basurero. El almirante de Marina que estaba a cargo de Cocula me dice que hay 43 cuerpos en el lugar. Yo me quedo en el lugar esperando a que llegaran los peritos, tanto de la PGR como el equipo de antropología forense, el de los argentinos”.

Refirió, la idea era primero llegar al basurero, pero cuando estaban sobrevolando el río, el detenido les dijo dónde habían tirado las bolsas, “el detenido dijo: fue en este lugar donde nos paramos y donde tiramos las bolsas. El detenido dijo que había arrojado ocho bolsas en donde pusieron los restos de los estudiantes y dice que las aventaron al río, entonces llegamos a ese lugar, y él me dice: ‘ese lugar del basurero de Cocula’; que ahí los hicieron polvo para después ir a depositar sus restos al río San Juan”.