Economíaprincipal

El aumento de extorsión a comerciantes, provoca la inflación: ANPEC

Hugo Martínez Zapata

Si bien “la cultura” de la extorsión ya era una realidad para miles de negocios en el país, su incremento en los últimos meses ha provocado que el proceso de reactivación gradual postpandemia de la sociedad sea lento, tedioso y, en algunas, ocasiones imposible, generando un círculo que abona a otros factores a resentir con más fuerza la inflación que flagela a la sociedad mexicana.

Según datos de INEGI, obtenidos en su encuesta nacional de victimización de empresas, en el año 2021 se denunciaron 829,000 casos de extorsión por cobro de piso en punto de venta, por vía telefónica y/o medios electrónicos; predominando la extorsión por cobro de piso, uno de cada dos.

“De los diferentes delitos de los que es víctima la actividad comercial, industrial y de servicios, es la extorsión el que predomina en el abanico de ilícitos cometidos por las pandillas de delincuentes que azotan al país, un flagelo que mina la actividad comercial y económica del país”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.

Los Estados en donde más se ha dejado sentir esta problemática corresponden con la geografía de violencia que impera en la nación, es decir, en entidades como Sonora, Zacatecas, Baja California Sur, Durango, Guanajuato, Colima, Tamaulipas, Guerrero, Morelos, Michoacán, Jalisco, Chihuahua, San Luis Potosí, Sinaloa y, para coronar el elenco, la propia capital, CDMX.

Llega el punto en que resulta más sencillo establecer qué entidades o regiones del país están más ajenas a este impuesto criminal por ser las menos.

Con relación a la investigación, INEGI concluye que 24.60%, de los casi 4.8 millones de negocios que operan en el país, fueron víctimas de un delito, debiéndose observar que en el país impera el miedo y la desconfianza para hacer una denuncia por las consecuencias que puede haber y por la sospecha, muchas veces fundada, de la colusión existente por parte de autoridades con las pandillas de delincuentes. Luego entonces, muchos ciudadanos que han sido víctimas de algún delito optan por no denunciarlo.

Así las cosas, la estadística inversa refleja que de cada cuatro negocios, son tres y no uno los que han sufrido algún delito. En más de dos tercios del país se ha desatado una ola de extorsiones que gravitan fundamentalmente en el cobro de piso bajo acoso y amenaza, logrando cuotas mínimas redondeadas por la inflación de mil pesos mensuales hasta los veinte mil o treinta mil pesos, dependiendo el giro y el éxito del negocio de que se trate.

La inseguridad en 2021 provocó pérdidas de más de ciento veinte mil millones de pesos, .67 del PIB; sin embargo, esta cifra es mucho mayor si consideramos lo que se dejó de ganar, lo que la violencia inhibió o impidió hacer a los agentes económicos; en pocas palabras, la cifra de lo no ganado es mucho mayor que la de lo perdido, bien se podría estimar en cinco veces más.