Deportes

Nuevo reto para Edgar Rivera, acoplarse a su nuevo entrenador

Francisco Martínez Hernández

Después de concluir su proyecto deportivo de cinco años en Alemania, con el coach Wolfgang Ritzdorf, esto con su actuación en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, Edgar Alejandro Rivera Morales, especialista en salto de altura, dio un giro a su carrera con un cambio de entrenador; ahora bajo el mando de Julio Prado y tiene como objetivo inicial adaptarse al plan de trabajo y demostrarlo en competencia, “vienen nuevas oportunidades”, dijo, la siguiente será el sábado en República Checa.

Desde octubre de 2021, el atleta sonorense comenzó a trabajar con Prado, quien radicado en La Paz, Baja California, dirige a la distancia a Rivera, quien actualmente se ubica en Zúrich, Suiza, y aunque la lejanía podría ser un obstáculo, considera que es un nuevo reto que afronta con buenas expectativas aunque sea un proceso que tome tiempo sin descartar tomar ciclos de entrenamiento en suelo mexicano encarando así el nuevo ciclo olímpico con la meta en París.

“Ahora lo conocí más a fondo, su forma de entrenar, la filosofía que tiene son cambios que estamos experimentando y al mismo tiempo hay que irse adaptando, asimilar los entrenamientos porque él, también tiene buenas expectativas a largo plazo para nuestro trabajo, las cualidades que me ve y como yo me siento; me gusta la filosofía del profesor y confío en que nos va a ir bien, pero hay que ir poco a poco con paciencia”, comentó.

“Además, es una experiencia diferente, me estoy adaptando a la distancia y a un nuevo plan, las rutinas y los ejercicios son diferentes, que a fin de cuentas lo veo bueno porque es algo nuevo para mí, ya tenía cinco años en Alemania con el mismo plan de entrenamiento y eso se vuelve un poco monótono, ahora estoy a gusto, pues ya lo conocía y ya había hablado de entrenar juntos”, añadió.

En este primer bimestre del año, Edgar Rivera, completó dos competencias: en República Checa, con una marca de 2.20 metros y en Eslovaquia con registro de 2.16 metros, midiéndose con la élite de la disciplina en suelo europeo, por lo que el próximo sábado 26 de febrero tendrá actividad de nueva cuenta en tierra checa para finalizar su gira en modalidad bajo techo, que han contribuido a su preparación rumbo al Mundial de Atletismo, que se celebrará en Oregón en julio de este año.

Con dos experiencias olímpicas en su trayectoria, Río 2016 y Tokio 2020, Edgar Rivera, va por la revancha a París 2024, justa que se encuentra entre sus metas principales a largo plazo, y aunque pudiera ser su última aparición en un evento de esa magnitud, no cierra totalmente la puerta, “veré como me siento después, quiero retirarme hasta sentir que ya di todo de mi”, confesó tras practicar este deporte desde los 15 años, pues aseguró que aún tiene mucho para dar.

“Así lo estamos manejando que sea el último, es un ciclo olímpico más corto y estamos básicamente a dos años de los próximos Juegos y nos aventaremos este ciclo olímpico con la idea de estar a tope cada año con la mentalidad de estar en París, dicen que la tercera es la vencida y vamos a buscar esa nueva experiencia”, compartió.

“Vienen cosas muy padres en el deporte, en específico en salto de altura, lo he practicado desde que tengo 15 años y me apasiona mucho; siempre que salto y que puedo sentir la adrenalina que me da el apoyo de la gente, el saltar la varilla es algo que me llena mucho y aún siento que no he llegado a mi tope, quiero sentir que lo dejé todo, sentirme a gusto y feliz de lo que hice y logré para poder darle la vuelta a la página cuando llegue el momento y que marcará mi vida”, puntualizó.