Condenada al fracaso la estrategia del PACIC 3.0: ANPEC
Hugo Martínez Zapata
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) señaló que en el país “se ofrecieron apoyos cortos e insuficientes” que derivaron en “acciones gubernamentales fallidas” sin impacto positivo para las familias.
Al respecto explicó que ña nueva estrategia que busca controlar la inflación, versión PACIC 3.0 está condenada al fracaso como los esfuerzos que le antecedieron, ya que además de no lograr bajar los precios puede poner en riesgo la calidad e inocuidad de los productos de importación.
ANPEC informó que 2022 cerró con una inflación anual de 7.82%, la más alta en los últimos 22 años, por lo que las familias destinan 90 centavos de cada peso solo en la compra de alimentos básicos.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC indicó que la inflación ya está pegando al consumo esencial, lo que ha flagelado el poder adquisitivo de las familias y la calidad de vida de la población en general, sobre todo, de los sectores más vulnerables.
La Alianza aseguró que este año, las economías de Estados Unidos, Europa y China entrarán en recesión, lo que propiciará una desaceleración económica que impactará también a México, y para combatir el reto que se avecina, el gobierno también debe involucrar a “productores, comerciantes y consumidores”.
Indicó Cuauhtémoc Rivera que “tanto el primer PACIC como el PACIC 2.0 han perdido la batalla contra la inflación y la carestía sigue presente en el poder de compra de las familias mexicanas. Con esta evaluación arrancamos el año 2023, con el anuncio gubernamental de que a través de un decreto, que en próximos días se publicará en el Diario Oficial de la Federación, el PACIC se ampliará hasta el 31 de diciembre de 2023, sumando 30 productos a los 24 iníciales, conformando una lista de mandado sin pies ni cabeza que se aleja del consumo esencial al considerar productos no prioritarios”.
Alertó que el PACIC 3.0, a diferencia de los anteriores, es una acción “Estatista” que renuncia de facto a buscar la corresponsabilidad e involucrar al resto de los jugadores del mercado: productores, comerciantes y consumidores.
Se decretan reglas para la producción e importación alimentaria que no han logrado impactar los precios de los productos a la baja, dejando la responsabilidad del control sanitario de los productos de importación en manos de la ética comercial de los “privados”, situación de alto riesgo al dejar de ser el Estado el garante de la inocuidad de los productos de importación.
“Buscar reducir los costos de importación es una buena medida, si y sólo si no vulnera la calidad de los alimentos importados. De lo contrario, nos encontramos en el peor de los mundos, ni se logran bajar los precios de los productos y ni se garantiza su calidad”, advirtió.