AMLO reitera su apoyo a las Fuerzas Armadas
Andrés Manuel López Obrador encabezó el desfile de la Revolución Mexicana del 20 de noviembre, en el cual miles de miembros del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional rindieron honores a la bandera, entonaron el Himno Nacional Mexicano y desfilaron por la explanada del Zócalo capitalino.
Las fechas de la Revolución mexicana nunca podrían pasar inadvertidas para quienes estamos sinceramente comprometidos con hacer valer las libertades, la igualdad, la justicia, la democracia y la soberanía, dijo el presidente durante su discurso.
Agregó: son varias las lecciones que nos dejó la Revolución, pero hay dos enseñanzas mayores:
Una es que las dictaduras o las oligarquías no garantizan la paz ni la tranquilidad social.
Y la otra es que los gobiernos democráticos sólo pueden tener éxito si atienden las demandas de las mayorías y, en consecuencia, consiguen a cambio, como recompensa, el apoyo del pueblo.
Consideremos esta paradoja: los regímenes autoritarios terminan siendo subversivos, así las opresivas condiciones políticas, económicas y sociales del porfiriato provocaron la Revolución. La lección es que ningún modelo económico funciona si se sostiene con las armas y si la prosperidad de unos pocos se sustenta en la esclavitud y el empobrecimiento de muchos.
Desde su inicio, la dictadura porfirista se orientó a favorecer a los ricos y dio la espalda a los pobres. Aunque Porfirio Díaz era de origen humilde, siempre procuró pertenecer a los de arriba y agradar a potentados nacionales o extranjeros.
Logró culminar sus pretensiones aristocráticas cuando contrajo matrimonio con Carmen Romero Rubio, una joven de 17 años que pertenecía a la alcurnia mexicana, hija de Manuel Romero Rubio, antiguo ministro de Relaciones del presidente desterrado, Sebastián Lerdo de Tejada. Don Daniel Cosío Villegas sostenía que esa ceremonia, esa boda, es quizá el primer brote aristocrático ostensible de la vida mexicana desde la caída del imperio.
Con el porfiriato comenzó la época de los grandes negocios al amparo del poder público. Por ejemplo, en mayo de 1881 se llevó a cabo una maniobra que puede considerarse precursora de las prácticas del influyentismo y de la corrupción política del México moderno.
Ahora, en esta nueva transformación, como en los orígenes, existe una convivencia estrecha y fraterna entre el pueblo uniformado y el pueblo civil. Tanto la Secretaría de la Defensa como la Secretaría de Marina son pilares fundamentales del Estado de derecho democrático y social.
Con las nuevas reformas a la Constitución, el Ejército y la Armada nos continuarán apoyando en labores de seguridad pública y la Guardia Nacional se terminará de consolidar bajo la dirección de la Secretaría de la Defensa.
Estoy seguro que seguiremos contando con Fuerzas Armadas para defender nuestra soberanía e integridad territorial, y al mismo tiempo serán garantes de la seguridad pública como cuerpos de paz y de progreso con justicia.
Felicito a todos los oficiales de Marina y Defensa que ascienden este día histórico, 20 de Noviembre, y los convoco a mantener siempre en alto la lealtad al pueblo y el amor a la patria.