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Habemus Papa eligen a Robert Prevost como nuevo jefe de Estado del Vaticano

Acabó la incertidumbre, por fin humo fumola blanca anunciando que el doscientos sesenta y siete Papa será el estadounidense Robert Prevost quien eligió para el nombre para su Pontificado de León XIV, de esta manera se le conocerá desde este día histórico para el catolicismo, es oriundo de Chicago, Illinois donde nació el 14 de septiembre de 1955, siendo el primer pontífice de Estados Unidos, pero también es de nacionalidad peruana.

León XIV en su primera aparición como jefe de Estado del Vaticano desde el balcón de la plaza San Pedro manifestó «… la paz esté con todos vosotros, la humanidad necesita a Cristo como puente para ser alcanzada por Dios y su amor. Ayúdennos y ayúdense a construir puentes, podemos caminar todos juntos hacia esa patria que Dios nos ha preparado».

En el círculo de la Santa sede al nuevo Pontífice de 69 años, se le considera un moderado y fue cercano al fallecido Papa Francisco. Su reputación de moderado y de constructor de puentes será además crucial en un momento en que la Iglesia aparece muy dividida, Prevost ha pasado un tercio de su vida en la Unión Americana, el resto entre Europa y América Latina.

El nuevo heredero de San Pedro resultó ser electo al conseguir el visto bueno de al menos dos tercios de los votos, el apoyo de al menos 89 cardenales de los 133 que participaron en el cónclave, en la cuarta votación en el segundo día del encierro.

Robert Presvot fue electo la tarde de este jueves para liderar a la Iglesia católica mundial, saludó a millones de fieles del orbe en sus primeras palabras en las que tuvo un recuerdo especial para Perú, “que la paz sea con ustedes», fue el primer saludo a los feligreses, lo que generó una gran ovación de decenas de miles de católicos de la Plaza de San Pedro, en el Vaticano en los diez minutos que duró su discurso.

Cabe señalar que en la primera aparición del Papa León XIV inesperadamente también habló en español para saludar a Perú, país donde residió durante más de tres décadas y cuya ciudadanía adquirió en 2015, “un saludo a particular a mi querida Diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto, tanto, para seguir siendo la iglesia fiel de Jesucristo».

El flamante jefe de la Iglesia católica fue designado obispo de Chiclayo, Perú, en 2015 por su predecesor, el papa Francisco, al final ofreció la tradicional bendición al mundo.

En sus envíos las agencias EFE y Reuters indicaron que el cardenal dejó un recuerdo de hombre comprometido con los derechos humanos y la conservación del medioambiente en Perú, país en el que desarrolló buena parte de su vida religiosa, recordaron personas que le conocieron durante su estancia en el país sudamericano.

El profesor de la Pontificia Universidad Católica de Perú (PUCP) Wilfredo Ardito, y el exministro del Interior José Luis Pérez Guadalupe -el hombre que firmó su nacionalización como peruano-, recuerdan su tarea como misionero en el remota Diócesis de Chulucanas y como obispo de Chiclayo, y le consideran una persona afín a los principios que marcó Francisco, cuyo trabajo creen que continuará.»

Ambos aseveraron “es un nombramiento muy positivo, va a seguir la línea de Francisco en todo lo que la gente apreciaba, es la continuidad de las reformas del papa Francisco».

Robert Prevost de 69 años llegó a Perú en una misión agustiniana en 1985, tan solo tres años después de ordenarse sacerdote y regresó en 1988 para dirigir el seminario agustiniano de la ciudad norteña de Trujillo durante diez años. Descrito a menudo como reservado y discreto, cultivó una sólida formación académica. Obtuvo el título de bachiller en Ciencias Matemáticas en la Universidad Villanova, en Pensilvania, y luego se especializó en Derecho Canónico en el Colegio Pontificio de Santo Tomás de Aquino, en Roma, donde alcanzó el doctorado con honores magna cum laude. Su dominio de varios idiomas como el inglés, español, francés, italiano y portugués, además de leer latín y alemán, fue fundamental en el cumplimiento de diversas misiones en distintos países.

Entre las primeras reacciones del mundo a la elección del cardenal Robert Francis Prevost como nuevo Papa, resalta la del presidente Donald Trump quien no tardó en compartir un mensaje de felicitación, por medio de sus redes sociales expresó su entusiasmo y orgullo por este hito en la historia de la Iglesia Católica, destacando la relevancia de que el líder de la Iglesia provenga de Estados Unidos.

“¡Felicitaciones al cardenal Robert Francis Prevost, quien acaba de ser nombrado Papa! Es un gran honor darnos cuenta de que es el primer papa estadounidense. Qué emoción, y qué gran honor para nuestro país. Espero con ansias conocer al papa León XIV. ¡Será un momento muy significativo!”.

Por qué el nombre de León XIV

El cardenal Robert Francis Prevost eligió para su gestión al frente del Vaticano el nombre León, que tiene un fuerte simbolismo relacionado con la figura de San León Magno, uno de los Papas más importantes de la historia de la Iglesia, y también puede asociarse con la fortaleza doctrinal y la defensa de la fe.

San León Magno (papa desde 440 hasta su muerte en 461) es uno de los Papas más venerados y ha sido reconocido como “uno de los más importantes de la historia”. Durante su papado jugó un papel crucial en la consolidación de la autoridad papal y en la defensa de la fe cristiana.

León era un romano aristócrata, y fue el primer Papa en haber sido llamado “el Grande”, es conocido por haber conocido a Atila el huno en 452 y haberlo convencido de que retrocediera de su invasión de Italia. Uno de sus logros más significativos fue su papel en el Concilio de Calcedonia en 451, donde se definió la doctrina de la unicidad y la doble naturaleza de Cristo (divina y humana).

La figura de León Magno también se asocia con la fortaleza y la autoridad papal, ya que supo mantener la unidad de la Iglesia en tiempos de turbulencia y de ataques externos. La elección del nombre León por Prevost, como lo hicieron León XIII (1878-1903) y León XI (1605), puede ser vista como una referencia a estas cualidades de firmeza doctrinal, liderazgo fuerte, defensa de la fe y protección de la Iglesia. Al elegir este nombre, Prevost también podría estar invocando la figura de San León Magno como un modelo de fortaleza, capacidad para enfrentar desafíos y mantener la unidad de la Iglesia en tiempos difíciles.