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AMLO ataca nuevamente a la SCJN

De nueva cuenta, el presidente Andrés Manuel López Obradorarremetió contra los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), de los cuales dijo que no garantizan un estado de derecho, sino más bien uno de ‘chueco’ y cohecho, pues según él, ahora hay más denuncias por la presunta corrupción de los integrantes del Poder Judicial.

“Están molestos porque ahora hay más denuncia sobre la corrupción de jueces, de magistrados, de ministros, y también están molestos porque no quieren perder sus privilegios. Están violando la Constitución porque ganan 600 mil pesos mensuales los ministros, tienen un fideicomiso de 20 mil millones de pesos, un guardadito, y con ese dinero es que están otorgando sobresueldos y están financiando atención médica privada, sus cajas de ahorro, el tener trabajadores domésticos, trabajadores para que le hagan la jardinería en sus casas, o sea, una serie de prebendas, y por eso conceden los amparos”, dijo en su mañanera de ayer.

Además, como la mayoría viene de la época neoliberal o neoporfirista, son muy conservadores. Se escudan en el derecho, pero la verdad es que ellos no garantizan un Estado de derecho, sino un Estado de chueco y en algunos casos de cohecho, por eso hay que pensar en la reforma del Poder Judicial.

Pero yo antes pensaba que podían llevarla a cabo ellos mismos. No, no, la tiene que llevar a cabo el pueblo, y tiene que comenzar con la elección de los jueces, de los magistrados y de los ministros, que ya no los impongan los de la cúpula del poder económico. Porque aparentemente son los particos, pero no, ya vemos cómo a los partidos los maneja Claudio X. González, me refiero a los partidos del bloque conservador.

Entonces, sí tiene que haber una reforma para que se imparta justicia al pueblo. Si no, va a seguir dominando ese poderoso caballero, don dinero. Están liberando a delincuentes que no deberían de obtener su libertad; en cambio, hay gente en la cárcel inocente o gente que no ha sido sentenciada desde hace 20 años, y ahí los tienen. O esto que están haciendo con los libros de texto.

Sobre los libros de texto comentó no saber cómo le van a hacer los gobiernos estatales que están promoviendo los amparos. Si no quieren que se repartan los libros, como lo decidió un ministro de la corte ante una demanda de la gobernadora de Chihuahua, nosotros no lo vamos a repartir hasta que se termine el juicio. Y si la conclusión es que no se entreguen los libros, pues entonces va a ser el pueblo de Chihuahua, los padres de familia los que van decidir qué va a pasar. O a lo mejor van a hacer libros, ¿no?, los gobiernos estatales; no les corresponde.

Por ejemplo, sí, que puedan hacer cuadernillos, ellos van a decidir, y vamos a esperar.

Entonces, tiene que ver mucho con el conservadurismo, pero ¿por qué vincular la educación con esto, con la politiquería?Porque estamos en temporadas de elecciones y están desesperados porque la gente quiere la transformación, quiere que continúe la transformación.

Entonces, no les funciona nada, porque vaya que han recurrido a todo. Esto de los libros de texto es lo nuevo, pero antes los amparos de todo tipo, y las campañas en la mayoría de los medios de manipulación, que no de información, aunque no todos los medios manipulan, la mayoría sí, pero hay una minoría ejemplar que sí informa.

No, no, no, ella seguramente sabe bien de lo que yo opino y para qué le voy a enviar carta. O sea, todos ellos deberían de actuar de manera responsable.

A pregunta sobre si lo van a combatir jurídicamente apuntó que se está haciendo un trámite; pero no es un asunto jurídico, es un asunto político.

Yo recuerdo que cuando me iban a desaforar, los abogados amigos —porque es una formación, ¿no?, como la de otras profesiones— llegaron a recomendarme que yo me amparara, dije: ‘No’. Bueno, al grado de que cuando dije que no me iba yo a amparar… Porque si me desaforaban el proceso me podría llevar a la cárcel. Entonces, dije: No, aquí los espero. Es más, tenía yo hasta pensado que cuando saliera la orden de aprehensión, iba yo a acercarme al reclusorio para evitar, ¿no?, el espectáculo.

Una vez me lo hizo en ese entonces García Luna, que tuve que ir a declarar a la procuraduría siendo jefe de gobierno. Y llegué y entonces me puso una escolta con armas, y la foto en el Reforma.

Entonces, para evitar eso, no, para qué van a venir aquí, mejor yo me voy a las puertas del reclusorio y nada de amparo.

Cuando Martin Luther King luchaba por los derechos civiles lo metieron a la cárcel varias veces, y una vez lo metieron a la cárcel porque supuestamente iba manejando con exceso de velocidad o se había pasado un alto, algo así, y a la cárcel. Y la recomendación: que saliera con un amparo. No.

Entonces, un luchador social conoce eso, conoce lo que hizo Gandhi, conoce lo que hizo Mandela, lo que hizo en su momento Luther King, entonces qué te vas a amparar.

Bueno, una gente vinculada a Felipe Calderón en ese entonces, que estaba en la oposición, pagaron la fianza, pagaron mi amparo, tuve que decir: No. Imagínense, porque lo querían era eso.

Es como ahora con los libros, los abogados nuestros también con lo mismo, dicen: ‘No publicamos los proyectos, los contenidos porque se nos van a amparar, entonces vamos a esperar a que sea domingo’. Entonces, les dije: No. ¡Cómo! Ya publíquenlos. Imagínense, actuar con chicanadas, nosotros, haciendo lo mismoque ellos. Pero es un asunto que el abogado tiene que ganar, como si las reglas fuesen justas, como si los dados no estuviesen cargados, como si las cartas no estuviesen marcadas, pero todo así, es una concepción.

Lo otro, ‘vamos a guardar por seguridad nacional los contenidos de los libros’. No. ¡Cómo! Que todo el que quiera verlos que los vea.

Entonces, no pasa nada porque, además, nuestro pueblo es mayor de edad, es un pueblo muy avispado, muy inteligente, muy consciente. Sí hay quienes se dejan manipular porque pues son muy conservadores, pero hay quienes no, hay quienes no se dejan manipular. Entonces, si les dicen:

―No, es que los libros tienen el virus del comunismo, nos quieren vacunar comunismo con los libros.

―Oiga, pero si ni aparece la palabra ‘comunista’ o ‘comunismo’, más que en referencia a un poema, que es exactamente lo opuesto a lo que pueden… No hay adoctrinamiento en nada.

Pero un personaje dice: ‘No he leído los libros ni los voy a leer porque son comunistas’. Me rindo, ya ahí no hay nada que hacer, y ahí es: Siga usted su camino, ahí va, ahí la lleva.

Primero, la facultad la tiene el gobierno federal, o sea, la Constitución es muy clara en eso. Entonces, si van a violar la Constitución pues va a quedar de manifiesto. Pero a ver si se atreven los del Poder Judicial a violar la Constitución. Ya lo han hecho, pero no pueden hacerlo todos los días.

Están violando la Constitución, porque no están ganando menos que el presidente, están violando el artículo 127 de la Constitución los ministros, están ganando como cuatro o cinco veces más que yo, esa es una violación a la Constitución con un esquema, una estrategia leguleya, ¿no?, un amparo o no sé qué, pero la Constitución es muy clara, nadie puede ganar más que lo que percibe el presidente, y ellos están recibiendo en total como 600, 700 mil pesos mensuales.

Y hay otras cosas en las que han violado también la Constitución.