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La inflación no desciende en todo el país, a pesar del PACICII

Hugo Martínez Zapata

La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) realizó un sondeo de mercado en los 32 estados de la República para establecer el precio de los 24 productos de la canasta PACIC II en cada una de las entidades, encontrado que a mes y medio de haber sido puesta en marcha la estrategia de combate a la carestía PACIC II, lanzada el 3 de octubre de este año, en ningún estado ha logrado su cometido de ofertar este grupo de alimentos esenciales a un costo por debajo de los 1,038 pesos, por lo que al corte podemos afirmar que la inflación golpea parejo en todo el territorio nacional.

Esta inmersión de mercado es clave al establecer la sensación térmica previa a los gastos decembrinos de fin de año, donde dos cosas fundamentales ocurren: por una parte, se consume más de lo que se tiene con base a endeudamiento cuyo puerto final es la morosidad de pago, al mismo tiempo que las principales cadenas productivas actualizan sus precios para arrancar el año venidero, con incrementos que, adicionales a los que ya padecemos por la inflación, conforman un momentum tristemente célebre en el argot popular, la otrora “cuesta de enero”, a últimas fechas convertida en una verdadera pendiente de largo aliento.

“Este reporte que hacemos en la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) obedece al compromiso que se tiene de dar seguimiento al comportamiento de los precios de los alimentos esenciales en nuestro país a partir del flagelo que en más de 40 quincenas consecutivas los consumidores mexicanos hemos venido resintiendo y resistiendo: la inflación”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.

Las consecuencias sociales de este impuesto que golpea con mayor fuerza a los más vulnerables son atroces: cuatro de cada diez mexicanos viven en la marginalidad y la pobreza, son insolventes para la compra de la canasta básica que demandan sus familias para su manutención y el derecho que todo ser humano tiene a una calidad de vida digna que garantice una alimentación que les nutra y les permita mantenerse en pie en condiciones productivas.

Paradójico resulta que a últimas fechas estemos más preocupados del derecho al incremento de días de vacaciones con insistencia y obviemos el principal derecho que todo humano tiene: el derecho a una alimentación digna, por lo que ningún mexicano debiera padecer hambre. En estos momentos se está conculcado por la adversidad económica que vivimos el derecho a tener una alimentación plena, por lo que antes de pensar en tener mayor tiempo libre, que no es mala idea, debemos poner mayor énfasis en garantizar que todas las familias de México puedan asegurar sus tres sagrados alimentos del día.

En la temporada navideña se consume más de lo que se puede comprar, cayendo irremediablemente en la morosidad de pago. En esta misma época las principales cadenas productivas incrementan el precio de sus productos que, sumados a la escalada inflacionaria, detonan la otrora cuesta de enero, hoy convertida en una verdadera pendiente de largo plazo.

“Por lo pronto con pena y vergüenza ANPEC tiene que reportar: la inflación va goleando al PACIC II en sus esfuerzos por bajar los precios de los alimentos en México, lamentablemente”, puntualizó Rivera.