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Nuevas protestas en Francia mientras continúa huelga de refinerías

París, Fra.- Miles de personas precedentes de toda Francia marcharon ayer domingo en París en un clima de malestar social y económico «contra el alto coste de la vida y la inacción climática», una protesta promovida por partidos de izquierda y apoyada por asociaciones y federaciones sindicales. Los organizadores hablan de una asistencia de 140,000 personas, cifra que la policía rebaja a 30,000.

La protesta representa un nuevo órdago al Gobierno de Emmanuel Macron, quien lidia con una huelga de refinerías que ha desabastecido a buena parte del país.

Entre sus reivindicaciones contra la inflación, los manifestantes de este domingo piden implementar un impuesto a las grandes empresas, más ayudas sociales o frenar el proyecto para retrasar la edad de jubilación y dejarla en los 60 años. También piden un aumento salarial y congelar los precios.

El líder del partido opositor la Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, con el puño en alto, corbata roja y escarapela tricolor en la solapa de la chaqueta, ocupó su lugar en la marcha, que comenzó pasadas las 14.00, junto a la Premio Nobel de Literatura Annie Ernaux. Mélenchon considera «un innegable éxito» la protesta y ha añadido que el presidente francés, Emmanuel Macron, está «en serios apuros».

Desde la calle de Faubourg Saint-Antoine, en la que desfilaron decenas de miles de manifestantes entre la plaza de la Nación y la de la Bastilla, Mélenchon, ha afirmado que el acto de hoy sacudirá «fuertemente» a las instituciones.

«Algo está despertando y eso es una muy buena señal», ha dicho la diputada de la Francia Insumisa Clémence Guetté, refiriéndose a una «demostración de fuerza».

Durante la protesta, considerara de alto riesgo, se han producido algunas cargas de la policía, cuenta la corresponsal de TVE en París. Se han desplegado unos 2,000 efectivos, entre gendarmes y policías, preocupados sobre todo por la presencia de algunas centenas de movimientos de ultra-izquierda, como la «Acción anti-fascista», y de Chalecos Amarillos.

El Gobierno de Macron lidia también con un fuerte descontento debido al desabastecimiento de carburante resultante de una huelga de refinerías y de la posibilidad de que el Ejecutivo, sin mayoría absoluta en la Asamblea, apruebe por la vía rápida el proyecto de presupuestos para 2023 a través del artículo 49.3 de la Constitución.

«Hoy es el primer día, el de la marcha popular; el segundo día será el del 49.3 (de la Constitución); y el tercero, el de la huelga general, del martes», ha agregado Mélenchon.

Esta marcha, a la que la izquierda acude dividida al no contar con los líderes comunistas ni los ecologistas, es preludio de la movilización nacional convocada por los sindicatos para el próximo martes 18, cuando podrían resultar paralizados sectores claves del país, como el de los Transportes o la Educación.

Los representantes de los trabajadores se han opuesto firmemente a que el Gobierno haya forzado, por decreto, la vuelta al trabajo de ciertos empleados de las refinerías de Exxon y de TotalEnergies para atenuar el impacto de los paros.

Debido a estas protestas, cerca del 30 % de las gasolineras francesas se han quedado a menudo sin carburante, dejando a muchos automovilistas sin medio de transporte en medio de gigantescas filas y de escenas de pánico para lograr llenar el depósito.