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Rusia ignora al mundo; sigue bombardeando a Ucrania

Kiev.- Rusia continúa esgrimiendo sus argumentos para justificar la invasión de Ucrania y, a pesar de las peticiones de la comunidad internacional y de las fuertes sanciones económicas que la hieren de gravedad, sigue con su guerra sobre el país vecino, mientras el número de refugiados llega ahora a los 677 mil.

Su postura la defendió en Ginebra el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que acusó al Gobierno de Kiev de ser “neonazi” y de maltratar y violar los derechos de la población rusohablante en Ucrania desde 2014, cuando un movimiento ciudadano logró la caída del entonces presidente, Viktor Yanukovich, aliado cercano de Moscú.

Mientras que Rusia atacó ayer la torre de televisión en Kiev. «Advertimos a los ciudadanos ucranianos, utilizados por los nacionalistas ucranianos para llevar a cabo provocaciones contra Rusia, así como a los residentes de Kiev que viven cerca de los nudos de retransmisión, para que abandonen sus hogares», advirtió previamente el Ministerio de Defensa ruso.

«Según los datos preliminares, cinco personas murieron y cinco resultaron heridas» en el ataque, indicó el servicio de Estado ucraniano para las situaciones emergencia en su página Facebook.

«Los canales no van a funcionar durante un cierto tiempo», informó el Ministerio del Interior ucraniano, pero los sistemas «de socorro» harán posible a algunas televisoras restablecer su difusión próximamente, agregó. «Los nazis de Putin acaban de bombardear la torre de televisión», escribió el asesor del ministerio, Antón Gerashchenko, en su canal de Telegram, añadiendo que fue «dañada por dos misiles, según las primeras informaciones».

La torre de televisión está en el mismo barrio que el sitio de Babi Yar, un lugar donde los nazis mataron a más de 30,000 judíos en dos días en 1941. Este lugar es un memorial importante. «Estos bárbaros están masacrando a las víctimas de la Shoah por segunda vez», denunció en Twitter el jefe de la administración presidencial ucraniana, Andriï Iermak.

Desde la Unión Europea (UE) se considera que el bombardeo del lunes por parte de Rusia contra infraestructuras civiles en la ciudad ucraniana de Járkov viola las leyes de la guerra, pero las bombas sobre este municipio continuaron y, de hecho, un nuevo bombardeo sobre esta urbe situada a escasos kilómetros de Rusia ha dejado en la tarde del martes al menos 10 muertos y 35 heridos.

Además, una columna de más de 60 kilómetros formada de tanques rusos permanece en las inmediaciones de Kiev con el aparente objetivo de rodear la capital e intensificar los ataques.

El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, afirmó que el bombardeo del lunes contra infraestructuras civiles en Járkov “viola las leyes de la guerra”. El político español se expresó en ese sentido tras hablar con el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba.

Decenas de personas murieron el lunes y centenares resultaron heridas en un ataque ruso con misiles contra barrios residenciales de la ciudad ucraniana a unos 35 kilómetros de la frontera con Rusia, según denunció el asesor del Ministerio del Interior de Ucrania, Antón Gueráschenko.

Cierran el Mar Negro

Turquía rechazó en los últimos días varias solicitudes de Rusia para pasar con barcos militares del Mar Mediterráneo al Mar Negro en medio de la invasión de Ucrania, informó el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu.

En declaraciones a Habertürk TV, el responsable de la diplomacia turca confirmó que Rusia quería pasar con cuatro buques por los estrechos de los Dardanelos y del Bósforo para acceder al Mar Negro.

De acuerdo a la Convención de Montreux, firmada en 1936, Turquía debe impedir el traspaso de barcos al Mar Negro en tiempos de guerra, a menos de que se trate de buques que están registrados en un puerto en ese mar.

«No permitimos el paso a cuatro barcos rusos por el Bósforo. Se lo dijimos a los rusos de forma educada. Rusia, ni nadie debe sentirse ofendido», señaló el ministro turco. Tres de los cuatro barcos solicitados por Rusia no tenían su base en el Mar Negro, precisó el ministro.