Habrá depreciación del peso y mayor inflación por aranceles
La cantada imposición de aranceles a México por parte de Estados Unidos complicaría los esfuerzos mexicanos para reducir su déficit fiscal, afectando su perfil crediticio soberano, advirtió la agencia calificadora Moody’s.
De acuerdo con un análisis de la agencia, estas medidas, además de amplificar tensiones comerciales, irrumpirían con efectos importantes en ambas economías y en sectores clave como el automotriz, la manufactura y la tecnología, entre otros como el comercio.
La amenaza de aranceles desde Estados Unidos es parte de la renovada política comercial ‘América primero’ del presidente estadounidense, Donald Trump, que impulsa un arancel del 25% sobre las importaciones mexicanas, inicialmente previsto para febrero y ahora pospuesto hasta abril, dando espacio a negociaciones bilaterales.
México, cuya economía depende en gran medida del comercio con Estados Unidos, enfrentaría un panorama complejo, según Moody´s, pues más del 80% de las exportaciones me-xicanas tienen como destino a su vecino del norte, equivalentes al 30% del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano.
En este contexto, la calificadora advirtió que la imposición de aranceles «generaría una de-preciación del peso mexicano, lo que, a su vez, incrementaría la inflación y reduciría el margen de maniobra del Banco de México para implementar políticas de estímulo econó-mico».
La presión inflacionaria, combinada con la posible implementación de aranceles de repre-salia por parte de México, «complicaría aún más los esfuerzos del gobierno por disminuir el déficit fiscal».
Esto aumentaría la vulnerabilidad de su perfil crediticio, clasificando al país como más riesgoso para los inversores internacionales.
“Esta dinámica complicaría los esfuerzos de México por reducir el déficit fiscal y aumenta-ría la presión sobre el perfil crediticio soberano”, se lee en el documento.
Aunque la agencia también subrayó daños para ambos países en sectores estratégicos dejó en claro que en México, industrias como la automotriz, manufacturera y tecnológica serían las más afectadas debido a la alta integración de las cadenas de suministro transnacionales.
En Estados Unidos, estas mismas industrias enfrentarían interrupciones y un aumento de costos por su dependencia de insumos mexicanos, que representan más del 70% de sus importaciones provenientes de México.
No obstante, un efecto colateral positivo previsto por Moody’s sería el potencial fortaleci-miento del sector turístico mexicano.
Esto, debido a que un peso mexicano más débil haría más asequibles los destinos mexica-nos para turistas estadounidenses, que en 2023 representaron el 69% de los ingresos inter-nacionales de México en este rubro.
Sin embargo, este beneficio sería insuficiente para contrarrestar las pérdidas en otros sec-tores clave, interrumpiendo flujos comerciales por 740 mil millones de dólares.
De acuerdo con el Banco de América, México tiene la capacidad para asumir la imposición de aranceles de 25 por ciento que planea el gobierno de Estados Unidos, debido a que el peso está fortalecido, el mercado financiero es líquido, las reservas del país son altas y el Banco de México tiene un adecuado control de la inflación, destacó Bank of América Securities.
“México tiene una gran fortaleza que otros países no tienen, que es que el mercado cambiario; funciona muy bien, así es que aunque le pongan tarifas a México, el impacto sería mucho menor porque lo absorbería casi todo el peso”, dijo Carlos Capistrán, economista en jefe para Latinoamérica y Canadá de la institución financiera.
Expuso que México ha construido, al igual que Canadá, una moneda que ayuda mucho ante los choques porque es comercializable en 24/7, es completamente convertible, tiene mercados muy profundos, y además, las empresas pueden cubrir sus operaciones con instrumentos financieros que protegen de las pérdidas que genera la volatilidad.
“Si no tuviéramos ese mercado tan profundo y el peso se mueve de 20 a 23 (pesos por dólar), muchas empresas podrían sufrir como lo vimos hace 15 años en México; pero hoy en día como todas las empresas de México ya saben que se puede subir el peso, están cubiertas, hay muchos productos financieros con los que se pueden cubrir”, mencionó.
Expuso que en un escenario hipotético de que se impusieran aranceles de 25 por ciento y el peso se depreciara 15 por ciento, ninguna empresa saldría “volando por los aires”.
“El peso después de la elección se depreció 20 por ciento. ¿Cuántas empresas salieron volando por los aires con eso en 2008 con la depreciación? Varias empresas en México”, planteó Capistrán.
“Tenemos en los últimos meses una depreciación de más de 20 por ciento, eso significa que el peso funciona de una manera tal que no genera mucha inflación, que las empresas y la gente se puede cubrir contra esos movimientos y la gente también ya sabe que el peso sube y baja”, comentó.
Detalló que en el caso de que Estados Unidos imponga los aranceles, es probable que México también reaccione poniendo tarifas a productos que son importantes para ese país.