Extorsión, delito latente
- Precio promedio de la Canasta Básica Alimentaria: $1,896.57 con una variación de 1.02% al aumentar su precio en promedio $19.10.
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) reporta la variación de precios de la canasta básica alimentaria de cuarenta y cuatro productos de julio a agosto del presente año y otro factor que lacera nuestra economía y promueve la inflación es el de la inseguridad.
Los lamentables hechos ocurridos en Tamaulipas muestran que el delito de extorsión sigue ahí, señaló Cuauhtémoc rivera, presidente de la ANPEC.
Estudio de mercado realizado en los treinta y dos estados de la República con una muestra aleatoria domiciliada, ambulatoria y estratificada en más de 200 puntos de venta en tres niveles de consumo: alto, medio y popular.
La inflación alimentaria sigue al alza, resultando el precio promedio de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) en $1,896.57 con una variación de 1.02% al aumentar su precio en promedio $19.10. Los cinco estados con la CBA más encarecida resultaron ser Nayarit 8.07%, Sinaloa 5.63%, Tabasco 5.53%, Coahuila 5.26% y Baja California Sur 3.49%. Entre los productos que más aumentaron en el último mes destacan verduras y cítricos, como son el jitomate 15.03%, que pasó de $32.14 a $36.97; zanahoria 12.55%, que pasó de $21.84 a $24.58; cebolla 11.71%, que pasó de $27.68 a $30,92; limón 8.69%, que pasó de $29.74 a $32.33; lata de chiles en escabeche 6.48%, que pasó de $22.17 a $23.61 y naranja 6.20%, que pasó de $33.31 a $35.38.
“Reiteradamente hemos advertido que la inflación es el peor de los impuestos, pues golpea principalmente a los más vulnerables. Llevamos cinco meses consecutivos con la inflación al alza y al doble de la cifra objetivo fijada por el Banco de México (BANXICO), lo que nos habla de una situación caliente prevaleciente en la microeconomía del país, en donde los precios no dejan de subir y el poder de compra de los consumidores no termina por alcanzarlos”, afirmó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Los gastos de regreso a clases, las celebraciones de Independencia, Halloween, Día de Muertos, ahora hasta el Buen Fin y el Maratón Guadalupe-Reyes-Candelaria nos muestran una perspectiva 100% inflacionaria para lo que resta del año. Desde ya se puede concluir que el 2024 será un año con una inflación al alza, lo que no va a distar mucho de la realidad, por lo que el próximo mandato encabezado por la Doctora Claudia Sheinbaum tiene como uno de sus principales retos atemperar los precios, garantizar el consumo esencial de la población y lograr de una vez por todas contener al dragón inflacionario. Esa es una tarea impostergable, sí o sí se debe dar esta batalla y salir airosos como sociedad para poder conseguir una mejor calidad de vida para todos.
En este contexto ha llamado mucho la atención que BANXICO haya decidido reducir medio punto la tasa de interés, en dirección opuesta a la decisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), lo que es una decisión nebulosa de consecuencias aún por evaluar por factores como la deuda externa con el país vecino y porque es nuestro principal socio comercial, entre otros más. Ambos países tenemos un vínculo sumamente estrecho y cohabitamos una misma situación económica, es decir que no es una acción caprichosa que la política financiera de BANXICO se encuentre en sintonía con la que dicta la FED, por lo que no se alcanza a explicar la reciente decisión de nuestro banco nacional.
“Otro factor que lacera nuestra economía y promueve la inflación es el de la inseguridad. Los lamentables hechos ocurridos en Tamaulipas muestran que el delito de extorsión sigue ahí, flagelo que se extiende en más de dos tercios del territorio nacional y que mina la actitud emprendedora de la población. Tenemos que encontrar políticas públicas que garanticen una actividad económica y comercial con todas las de la ley, con plena seguridad”, sentenció Rivera.
Por último y sin buscar alarmar, no podemos dejar de lado el resurgimiento del COVID-19, ante lo que se pide a todos retomar las medidas sanitarias consabidas para evitar que este virus siga mermando nuestra salud, nos siga enfermando y restando nuestra capacidad productiva. No podemos bajar la guardia y mucho menos cantar victoria. El COVID-19 sigue acechando y haciendo de las suyas.