Se derrumba el poder adquisitivo de los trabajadores cubanos
La Habana.- El derrumbe del poder adquisitivo de los casi 3 millones de trabajadores estatales en Cuba, debido a la depreciación sin fin del peso y a una persistente inflación, no aparece en las pancartas de las marchas del Primero de Mayo.
Este solo implica malas noticias en su día para los trabajadores cubanos, que ven cómo se precariza su economía familiar, se esfuman los ahorros y se agranda el agujero en sus bolsillos, mientras el gobierno de la “continuidad” sigue sin conseguir poner freno a la inflación.
La abrupta subida experimentada por el dólar y el euro en el mercado informal de divisas en Cuba en las últimas 24 horas presagia una mayor inestabilidad en el panorama económico de la Isla, mientras continúa devaluando la moneda nacional y precarizando la economía familiar de los cubanos.
Un nuevo salto de cinco puntos sitúa a la divisa estadounidense en una cotización preocupante de 380 pesos cubanos (CUP). Si la víspera el dólar fluctuaba en las preferencias de compra expresadas por los cubanos en torno a los 375 CUP, este miércoles se consolida en un valor que pone los pelos de punta.
El drama de los sueldos estatales, que afecta a más de dos tercios de la población empleada, no tiene cabida en una fecha concebida desde el oficialismo no como cita para la reivindicación, sino como día de celebración en el país socialista.
Antuhan, un veinteañero de La Habana que se dedica a la reventa informal de electrodomésticos, lo tiene claro: “Yo no tengo tiempo para un trabajo estatal. Yo tengo que llevar dinero a la casa para mi madre, que no puede trabajar, y para mi hermano pequeño”, dice a EFE.
Las cifras hablan también de forma elocuente. El salario mínimo en Cuba es de 2,100 pesos mensuales y el salario medio alcanzó el año pasado los 4,648 pesos, según la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
Unas recientes ofertas de empleo del Museo Nacional de Bellas Artes buscaban un jefe de Departamento de Economía y Finanzas por 5,810 pesos mensuales y un auxiliar general de Servicios, por 2,300 pesos.
El problema es que un cartón de 30 huevos cuesta unos 3 mil pesos, un litro de leche 2,300 y el kilo de carne de cerdo supera los 1,300 pesos.
El economista cubano Omar Everleny Pérez, profesor en la Universidad de La Habana, estimó este febrero que una pareja precisa 19,975 pesos al mes para adquirir una canasta de 17 productos básicos (incluyendo los subvencionados por la cartilla de racionamiento).
Ese cálculo, “muy conservador” -pues se basa en cifras oficiales- y que sólo incluye “el mínimo necesario para la subsistencia”, según su autor- no contempla otros gastos, como vivienda, transporte, agua y electricidad, ropa, educación o medicinas.
La primera causa del deterioro del poder adquisitivo es la inflación. El índice de precios al consumo (IPC) interanual del mercado formal se situó en marzo en el 32.08%, según la ONEI, tras el 77.33% de 2021, el 39.07% de 2022 y el 31.34% de 2023.
Los expertos coinciden en señalar que la inflación en el más surtido y extendido mercado informal, donde se venden la mayoría de los huevos y las lavadoras de Antuhan, podría alcanzar los 3 dígitos.
