Para el Museo Nacional de Antropología, el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025
El Museo Nacional de Antropología (MNA) de México fue reconocido con el galardón insignia de los premios Princesa de Asturias, el de la Concordia, al reconocer su labor como “heredero de una larga tradición en defensa y preservación de una parte esencial del patrimonio antropológico de la humanidad”.
Como se sabe, estos galardones nacieron en 1985 con un propósito fundamental: reconocer la labor y la investigación de personalidades e instituciones que mejoraran la concordia entre los pueblos del mundo, de ahí que el buque insignia de todos los reconocimientos sea precisamente el de Concordia, que en otras años ha recaído en instituciones como la Vicaría de la Solidaridad de Chile, que trabajó con denuedo frente a la dictadura militar de Augusto Pinochet; o la Fundación para la Investigación sobre el Sida; o a Aldeas Infantiles o los héroes de Fukushima, entre otros. También reconoció la labor a favor de la paz en el conflicto Palestino del música Daniel Baremboim y de su amigo y escritor Edward Said.
En esta ocasión, el jurado estuvo integrado por personalidades de distintos ámbitos, como Esther Alcocer Koplowitz, Ernesto Antolin Arribas, Maite Arango García-Urtiaga, Juan José Cano Ferrer, Alfredo Canteli Fernández, Juan Cofiño González, Sol Daurella Comadrán, Ignacio Eyriès García de Vinuesa, Ana Isabel Fernández Álvarez y Enrique Fernández Rodríguez, entre otros.
“Conceder el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025 al Museo Nacional de Antropología de México. Heredero de una larga tradición en defensa y preservación de una parte esencial del patrimonio antropológico de la humanidad que, al mismo tiempo, expresa las señas de identidad de una gran nación en las que su gente se reconoce”.
El museo mexicano se creó en 1940 gracias al traslado de parte del acervo del entonces Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía al Castillo de Chapultepec. Su denominación actual proviene de aquella primera sede en la que se expusieron únicamente los fondos de la época prehispánica y etnográficos. En 1960 el gobierno mexicano, bajo la presidencia de Adolfo López Mateos, aprobó la construcción de un nuevo espacio, el edificio actual, en el bosque de Chapultepec, que se inauguró en 1964 y se convirtió de inmediato en un símbolo de desarrollo, modernidad y vanguardia. Y desde entonces el MNA tiene como misión investigar, conservar, exhibir y difundir las colecciones arqueológicas y etnográficas más importantes de México.
El jurado explicó que el Museo Nacional de Antropología fue “concebido como espacio de reflexión sobre la herencia indígena de la nación mexicana y está considerado uno de los museos más importantes de Latinoamérica y un referente global en el estudio de la humanidad, debido a su compromiso con la divulgación, la investigación y la preservación del patrimonio cultural. Además, mantiene una relación estrecha con España y la cultura española, ya que en sus salas se encuentran también objetos del período virreinal que reflejan la fusión de las culturas indígena y española y la relación bidireccional que históricamente se estableció entre estas, nutriéndose y enriqueciéndose mutuamente”.
Su colección de arqueología tiene sus orígenes a finales del siglo XVIII, con los trabajos de la mejora urbanística realizada por el virrey y conde de Revillagigedo. Entre las decenas de esculturas mexicanas que encontraron entonces estaban tres importantes monolitos: la escultura de la diosa Coatlicue, la Piedra del Sol y la Piedra de Tízoc. Entre sus piezas emblemáticas están Xochipilli o el Señor de las Flores —de la cultura mexica—, la lápida, el ajuar y la máscara de jade de la tumba del emperador maya Pakal y la máscara del dios Murciélago —que pertenece al arte zapoteco—. En julio de 2017 el MNA recibió, para su resguardo y correcta preservación, el esqueleto prehistórico femenino con datación directa más antigua y genéticamente intacto de América, «Naia», descubierto en 2007 y cuya antigüedad se estima en trece mil años.