Inundaciones: desdén y abandono de gobiernos de la 4T
Miguel Ángel Casique Olivos
Debido a las lluvias cotidianas de las semanas recientes, los habitantes de algunos municipios del Estado de México (Edomex) y Ciudad de México (CDMX) han sufrido severas inundaciones en las que muchas veces se han filtrado aguas negras a sus viviendas a causa del desbordamiento por el deficiente sistema de drenaje. Esta situación puede empeorar porque el Sistema Meteorológico Nacional (SMN) prevé que las lluvias se intensificarán en al menos 18 entidades de la República porque habrá más sistemas de baja presión.
Las inundaciones anuales que afectan a miles de familias con la pérdida de vidas, casas-habitación, muebles, vestuario, documentos personales, etc., podrían evitarse si las autoridades de los tres niveles de gobierno atendieran las propuestas de los especialistas. Hasta finales de julio, en la CDMX y el Edomex se habían contabilizado seis mil accidentes provocados por los fuertes aguaceros sobre Ecatepec, Tecámac, Naucalpan, Cuautitlán y Chalco.
En Chalco “la situación está pésima”, revelaron los habitantes de la colonia Jacalones. “Casi necesitamos tener una lanchita para poder andar aquí; no podemos ni salir a comprar de comer; no podemos salir a nada; y si salimos tiene que ser a pie porque no tenemos botas”. En este municipio, las calles se inundaron desde el dos de agosto; para el día 13, la gente que salía de sus hogares, debía hacerlo con el agua hasta las rodillas y en algunos casos hasta las piernas.
En este municipio del Edomex, gobernado por la morenista Delfina Gómez, fiel discípula del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el drenaje está tapado por falta de mantenimiento; y con la abundancia del agua pluvial se satura y se desborda hasta por las coladeras y los sanitarios de las casas a su paso. Esto sucede en los hogares de la avenida Solidaridad, que divide a Chalco de Valle de Chalco. La tubería tiene más de 40 años, es obsoleta y no ha recibido mantenimiento de los gobiernos locales y estatal.
En 11 días de inundación, las familias han perdido muebles, camas, colchones y enseres domésticos como refrigeradores, estufas, lavadoras y licuadoras; y aunque los vecinos han solicitado ayuda, las autoridades brillan por su ausencia o han prometido que irán hasta que baje el nivel del agua. Ante esta actitud nefasta, los damnificados han aclarado que “a lo mejor la ayuda de Dios llega más rápido que la del gobierno estatal morenista”.
En Chalco, las anegaciones se producen cada año; y la población las teme cuando empieza a llover porque sabe que sus hogares se verán inundados también con aguas negras. Es tal su frecuencia, que parece ya una “costumbre”, pues han aprendido a sortearlas. En la calle Tlaxcaltecas, una de las numerosas calles inundadas de la colonia Culturas de México, flotan basura, heces fecales, prendas y pertenencias de los damnificados. La indiferencia y desdén hacia esta tragedia es una muestra más de la verdadera calaña de los gobiernos de la mal llamada “Cuarta Transformación” (4T) encabezada por AMLO.
En la CDMX, las alcaldías Álvaro Obregón, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Xochimilco, Tlalpan y Tláhuac han sido las más afectadas por las inundaciones; en muchas colonias los habitantes enfrentan la misma tragedia que los chalquenses, debido a que en decenas de ellas no hay calles ni drenaje. Y no existen redes viales y drenajes porque la mayoría de sus pobladores son mexicanos pobres, como ocurre con otros millones de paisanos en gran parte de la República que también son desdeñados y olvidados por los gobernantes en turno, que están obligados a destinar recursos suficientes para evitar estas tragedias o, si suceden, implementar de inmediato acciones de ayuda a los damnificados. Estos desastres provocan miles de damnificados, centenares de muertos, enfermedades y millonarias pérdidas económicas cada año.
La Secretaría de Gobierno informó que, en 2020, las inundaciones afectaron a más de un millón de personas y causaron pérdidas materiales por más de 20 mil millones de pesos (mdp). ¿Cuáles serán las cifras de este año? No lo sabemos, pero es urgente que el Gobierno Federal tome medidas rápidas y eficientes para aminorar los riesgos; invertir en infraestructura hidráulica para controlar los flujos de agua; fortalecer la cultura de recolección de basura para evitar que los desechos lleguen a las calles y tapen el drenaje y, desde luego, implementar programas de ayuda inmediata a los perjudicados.
¿El gobierno entrante de Claudia Sheinbaum Pardo tomará estas medidas, a diferencia de la actitud omisa de AMLO? Usted tiene la respuesta. Por lo pronto, el pueblo debe aprender de las tragedias, reflexionar bien sobre lo que debe hacer y organizarse, pues el látigo de las desgracias debe ayudarlo a luchar y lanzarse a conquistar un gobierno que lo saque de la pobreza, la marginación y lo obligue a prevenir los efectos de los desastres naturales. Por el momento, querido lector, es todo.