La inflación derrotó al PACIC, de acuerdo a la ANPEC
Hugo Martínez Zapata
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) reporta la variación de precios de la canasta básica alimentaria de 44 productos de noviembre a diciembre de este año; estudio de mercado realizado en los 32 estados de la República, con una muestra aleatoria domiciliada, ambulatoria, estratificada en 200 puntos de venta en tres niveles de consumo: alto, medio y popular.
Al cerrar este año podemos también decir con toda propiedad que el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), política pública puesta en marcha por el gobierno federal para contener la inflación alimentaria resultó derrotado por este flagelo; el PACIC ha perdido la batalla contra la inflación y esto es una mala noticia para todos y deja una asignatura pendiente para el gobierno venidero que tendrá que esforzarse en encontrar el talento necesario para diseñar una cultura antiinflacionaria efectiva y robusta, capaz de corresponder el poder adquisitivo de la gente al precio de los alimentos.
Resultando el precio promedio de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) en $1,795.90 con una variación al alza de 0.99% al aumentar su precio promedio en $20.32. Los estados con la CBA más encarecidos resultaron ser Guanajuato 15.09%, Yucatán 14.78%; Nayarit 14.29%; Chihuahua 7.71% y Colima 7.25%; y los productos que más aumentaron en el último mes fueron la cebolla 22.94% que paso de $25.40 a $31.33; café soluble 8.10% de $108.50 a $117.29, lentejas 7.73% de $34.36 a $37.02, azúcar 6.33% de $36.97 a $39.31 y sal de mesa 6.27% de $18.14 a $19.28.
En el último mes, los alimentos y las bebidas no alcohólicas tuvieron una variación anual de 5.29% mayor a la del mes anterior de 4.89% y superior a la inflación general, la inflación del último mes de 4.32% rompe con una tendencia a la baja de nueve meses consecutivos que ha reportado INEGI y deja el semáforo nacional de inflación en luz roja.
Toda esta data nos confirma que la inflación no es una enfermedad pasajera de nuestra economía, y que la inflación alimentaria ha sido una constante que viene afectando el poder adquisitivo de las familias mexicanas, lo que les ha obligado a que dejen de consumir proteínas y lleven una alimentación diaria de mala calidad.
El balance actual que podemos hacer de este asunto es que han incrementado de precio prácticamente la totalidad de los comestibles de consumo obligado como son: pollo, huevo, azúcar, tortilla, pan, aceite, sal, café, leche, embutidos, atún, queso, carne de res y cerdo, pescado y la mayoría de frutas, verduras y legumbres, la gran mayoría de los alimentos que la gente come a diario han incrementado su precio de una manera importante, bastante más de lo que la gente le alcanza para comprar.
Esta condición de impotencia derivada de la incertidumbre adquisitiva hace que, como lo hemos señalado reiteradamente, a más del 60% de los consumidores mexicanos no les alcance para comprar la canasta básica de alimentos que demanda su hogar, siendo la población más afectada de esta situación la que destina la mayor parte de sus ingresos para la compra de alimentos.