Checo Pérez reconoció que tuvo un mal día
Francisco Martínez Hernández
El piloto mexicano Sergio Checo Pérez (Red Bull) tuvo que abandonar la carrera del Gran Premio de Japón, tras dos choques en 15 vueltas que cerraron un día “no tan bueno” para él y sí para su equipo, que ganó el campeonato de constructores.
El neerlandés Max Verstappen ganó la carrera del Gran Premio de Japón en la que dominó con claridad y en la que los dos McLaren, del británico Lando Norris y el australiano Oscar Piastri, le acompañaron en el podio, en segunda y tercera posición, respectivamente.
Mientras que Checo Pérez se retiró en la vuelta 15 de 53 del Gran Premio de Japón al sufrir daños en su monoplaza después de chocar con el danés Kevin Magnussen (Haas) en un intento de adelantamiento.
El piloto mexicano expuso que “es un día bueno para el equipo, no tan bueno para mí, es un buen día para consolidar el campeonato de constructores y ganar ese campeonato”.
Pérez explicó cómo vivió los incidentes durante la carrera: “Una salida complicada porque desde que solté el embrague empecé a patinar, porque los neumáticos se enfriaron bastante, no tuve nada de tracción y, luego, llegando a la primera curva, me hicieron sándwich Sainz y Hamilton y me quedé en medio”.
“Tenía el auto dañado y era muy difícil seguir a Magnussen en las curvas rápidas, sabía que lo tenía que intentar en la lenta. Cuando me metí ya no tuve más espacio y toqué a Magnussen. Fue totalmente mi culpa”, completó.
El neerlandés Max Verstappen ganó la carrera del Gran Premio de Japón en la que dominó con claridad y en la que los dos McLaren, del británico Lando Norris y el australiano Oscar Piastri, le acompañaron en el podio, en segunda y tercera posición, respectivamente.
No hubo duda sobre el ganador de la carrera desde el principio del Gran Premio. Desde un viernes en el que Verstappen comenzó liderando los Libres 1, queriendo demostrar que no hay nadie que pueda con él esta temporada y que los problemas en Singapur hace una semana fueron pasajeros.
“Que se vayan al carajo”, dijo en referencia a los críticos que aseguraban que el bajón de rendimiento de Red Bull en Singapur se debía a la nueva normativa de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) sobre la medición de la flexibilidad de los alerones delanteros. Unas dudas -y esperanzas para el resto- que se encargó rápido de echar por tierra con una victoria que permitió al equipo austríaco certificar su segundo título de constructores de forma consecutiva, el sexto de su historia.
Incontestable, como la pole del sábado por más de medio segundo, la victoria de un Verstappen que le sacó al británico Lando Norris (McLaren) dos segundos en dos vueltas, tras la resalida por el coche de seguridad en la vuelta 5 y, a partir de ahí, vivió con calma las otras 48 vueltas de carrera.