Exigen a AMLO poner un alto a sus trampas e intromisiones
Cansados de las constantes trampas e intromisiones en que incurre diariamente, además de las ofensas y descalificaciones a todo aquel que opine diferente a él, la Marea Rosa exige a Andrés Manuel frene sus irresponsables actos, pues está poniendo en riesgo la elección presidencial y la democracia, en una abierta campaña electoral, desde el poder Ejecutivo.
Le escribimos porque su irresponsabilidad está poniendo en riesgo la elección presidencial. En lugar de cumplir con la neutralidad que le ordena la Constitución, ha decidido hacer trampa de manera dolosa y sistemática para beneficiar a su partido, afectando gravemente la equidad en la contienda.
Resulta penoso recordarle que, por menos que eso, usted pidió en 2006 al entonces presidente Vicente Fox que se abstuviera de opinar sobre la sucesión y fueron sus quejas las que provocaron la reforma que convirtió en delito la intervención de servidores públicos en las campañas.
Pero usted no solo viola la ley impunemente, también usa con desvergüenza recursos públicos en sus afanes proselitistas. Ha llegado al extremo de usar las cuentas oficiales del gobierno para difundir propaganda electoral que lanza en sus conferencias matutinas y que, en muchos casos, resultan ser campañas negras porque sus opiniones suelen sostenerse en mentiras, infundios y calumnias.
No le permitimos que manche con infamias el proceso inédito que sociedad y partidos hemos construido para rescatar a México del desastre en el que está sumido, ni que difame impunemente a ciudadanos, opositores y aspirantes a encabezar el Frente Amplio por México.
Usted nos cuestiona mirándose al espejo. El método de su partido es el que está controlado desde arriba y fue su voluntad la que definió quienes podían aspirar, la que impuso las reglas al proceso y la que destapará a la elegida, pues es evidente que su favorita es Claudia Sheinbaum y los demás están esperando el milagro de verlo rectificar. En cambio, en el nuestro los ciudadanos organizan, vigilan y deciden.
Quienes usted bautizó con el despectivo nombre de corcholatas llevan más de dos años en campaña anticipada y no han querido transparentar los millones de pesos gastados en espectaculares, bardas y acarreo de personas en eventos masivos, cuyo origen no puede ser otro que el de la corrupción o los compromisos inconfesables. Nuestro proceso será estrictamente fiscalizado y se informará con detalle a la opinión pública.
Usted no dio permiso de debatir a sus tapados, ni siquiera de aludirse, pero de este lado los aspirantes tienen libertad de expresión y habrá deliberación pública y muchos debates.
En algo estamos de acuerdo, no somos iguales. Es evidente el contraste entre ambos métodos, el cual prefigura con claridad el dilema de la elección presidencial: democracia o dictadura. Lo bueno es que ahí también decidirán los ciudadanos y eso nos llena de esperanza.
