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Violencia criminal impacta el trabajo periodístico y las elecciones, coinciden especialistas

En el marco del Foro Internacional de Periodismo e Integridad Electoral, organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE), especialistas y periodistas coincidieron en que la violencia criminal en diferentes partes del país afecta el ejercicio del periodismo y, a su vez, a los procesos electorales.

Al moderar el segundo panel del Foro Internacional, titulado Elecciones, violencia y ejercicio del periodismo en México, el Consejero Martín Faz Mora mencionó que en los últimos años, México se mantiene como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo.

“De 2000 a la fecha, la organización Artículo 19 ha documentado más de 156 asesinatos de periodistas en México, en posible relación con su labor. Del total 144 son hombres y 12 son mujeres; 47 se registraron en el sexenio anterior y 36 en el actual”, citó el Consejero Faz.

Durante la conclusión del panel, Faz Mora recordó que en todos los procesos electorales se instalan las mesas de coordinación con todas las instancias de seguridad pública.

“Hoy mismo, en el estado de Coahuila y en el Estado de México, -donde se celebrarán elecciones el próximo año- se realizan esas mesas en donde confluyen Poder Ejecutivo Local, Ejército, Seguridad Pública, policías municipales, el INE, el OPL y sobre la mesa se ponen cuáles son las situaciones de riesgo, porque se necesita una coordinación, toda vez que el Instituto no dispone de una serie de atribuciones tan amplias”, precisó.

En este segundo panel participaron la académica del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Sandra Ley; la Directora Ejecutiva de Data Cívica, Mónica Meltis; el columnista de El Universal, Héctor de Mauleón; la Directora Editorial de Emeequis, Sandra Romandía y el Director Editorial del periódico Reforma, Roberto Zamarripa.

Al intervenir en el panel, Sandra Ley llamó a reconocer que sin la labor periodística, “hoy por hoy no podríamos realizar un trabajo de rendición de cuentas que resulta fundamental en estos contextos”. Si algo falta en México, lamentó, son datos veraces que se obtienen gracias a un periodismo valiente, pero que tiene un alto costo.

Con base en los datos obtenidos por instituciones académicas como el CIDE, Sandra Ley exhortó a los medios a pensar en estrategias de cobertura, de seguimiento y de rendición de cuentas, en sinergia con la sociedad civil y la academia.

Mónica Meltis, de Data Cívica, habló ante el auditorio del proyecto “Votar entre balas”, el cual surgió para identificar la violencia que se presenta en un contexto electoral, “pero también donde confluye una dinámica criminal muy importante”.

Este proyecto, explicó, busca distinguir aquellos municipios donde son atacados periodistas, pero también candidatas y candidatos durante procesos electorales; qué ocurre con aquellos municipios en donde hay más competencia electoral e identificar la violencia criminal electoral que ayuda a entender el contexto de este tipo de violencia a nivel local.

En su intervención, Héctor de Mauleón apuntó que, de acuerdo con Reporteros sin Fronteras, en el país hay “siete zonas de silencio en donde no podemos saber lo que ocurre; los reporteros dejaron de informar, algunos medios dejaron de aparecer; hay reporteros secuestrados, golpeados, desplazados, asesinados”, entre otras agresiones.

Los grupos criminales, advirtió, tienen presencia aproximadamente en 70% del territorio nacional. El columnista rememoró que en las elecciones de 2021 se vivió “la intervención del crimen organizado como no se había visto antes”. Esta condición, a su vez, afecta el ejercicio del periodismo en México, sostuvo.

Sandra Romandía describió cuatro amenazas al periodismo en el país: la primera de ellas, una industria que enfrenta una crisis económica global; la segunda, “la denostación que vivimos ahora en México desde la trinchera presidencial”; la tercera, la carencia de universidades que capaciten y actualicen al gremio periodístico y, la cuarta, “el clima de impunidad, agresiones y violencia” contra las y los periodistas.

En este sentido, planteó: “cómo seguir haciendo periodismo y descubrir las historias de cara a las próximas elecciones en un México en el que cada vez la narco política está más presente”.

Por su parte, Roberto Zamarripa sostuvo que la democracia sin periodismo libre no es democracia, como no lo es sin libertad de voto y respeto a su ejercicio.

“La propaganda no es tarea del periodista, ni para el lado oficial, ni para el lado opositor; la violencia es una amenaza, pero la propaganda es una autocensura, una declinación de la obligación profesional. Se hace periodismo para informar, el periodismo no vota; vigila, no decide, incide”, enfatizó.