Hay corrupción para el resto del sexenio
Miguel Ángel Casique Olivos
Exista o no conflicto de interés en la casa de Houston, la verdad es que la bandera de “ataque” y “combate” contra la corrupción que tanto promueve el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se ha caído al empaparse con la rampante corrupción de la “Cuarta Transformación” (4T). Aunque el mandatario siga atacando a periodistas como enemigos de su proyecto, sigue sin aclararse el contenido del reportaje que exhibiera la vida de lujos del hijo mayor del Presidente.
El diputado Jorge Romero Herrera señaló en sus redes sociales, a este respecto que 8 de cada 10 contratos del #GobiernoFederal han sido por adjudicaciones directas, beneficiando a sus cuates por más de $483 mil millones de pesos en los primeros 3 años de gobierno. Esta práctica refleja la corrupción gubernamental.
Ya avanzada la mitad del sexeniomorenista, la inseguridad y violencia se desbordan, las crisis económica y política amenazan la estabilidad social y, en semanas recientes ha quedado demostrado el uso arbitrario del poder político para atacar a la prensa.
A finales del mes de enero se planteó que el combate a la corrupción en el país se había estancado porque México ocupa el lugar 124 de 180. La información provino de la última edición del Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, en el que nuestro país obtuvo un tres de calificación. Las naciones mejor evaluadas fueron Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda, las tres con 88 puntos de 100 posibles.
El pasado 21 de febrero, las cosas empeoraron para AMLO y su 4T cuando la Auditoria Superior de la Federación (ASF) anunció que había detectado posibles actos de corrupción en el erario por más de 10 mil millones de pesos (mdp), específicamente en la construcción de las obras emblemáticas del Presidente. La misma dependencia reveló que algunos de los programas sociales como Sembrando vida, Jóvenes Construyendo el Futuro, Pensión para Adultos Mayores y otros de apoyo al campo estarían plagados de irregularidades.
Esta información tiene que ver con la fiscalización que la ASF hizo a la Cuenta Pública de 2020 –el segundo año de gobierno de AMLO– en que se detectaron pagos indebidos para la construcción del Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA); en la de este último se realizaron edificaciones que no estaban contempladas. En el caso de los programas sociales, las auditorías revelaron que personas fallecidas recibieron estas pensiones en efectivo. ¿A dónde se fue o está yéndose ese dinero? En las bodegas de la empresa Selgamex se detectó la falta toneladas de productos agrícolas destinados al sector campesino.
Al menos 866 auditorías fueron las que la ASF realizó a la Federación, a los gobiernos estatales y municipales y los posibles daños al erario ascendieron a 49 mil 765 millones 790 mil 200 pesos; de este monto, 11 mil 848 millones fueron observados a la Federación y el resto a los estados. Los tres órdenes de gobierno cuentan con 30 días hábiles para aclarar estas cuentas.
El órgano fiscalizador informó que, en las obras emblemáticas de AMLO, deben aclararse 267 millones 882 mil pesos que se fueron en pagos anticipados de trabajos, que corresponden al Tramo 4, Izamal-Cancún, así como trabajos “pagados pero no realizados” en el tramo Palenque-Escárcega; en esta misma obra, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) autorizó pagos indebidos por un monto de 38 millonesn792 mil pesos.
En la Refinería Dos bocas hubo observaciones por 59.2 millones de pesos, “principalmente por inconsistencias entre los volúmenes estimados contra los realmente ejecutados; pagos indebidos en las categorías de profesionistas sénior y júnior sin acreditar su especialidad; pagos en exceso en el concepto de desmonte en zonas de selva, y adjudicación de contratos por invitación y por asignación directa, en perjuicio de la celebración de concursos abiertos”.
En la construcción del AIFA, la observación menciona que no se reportaron egresos por 20 mil 243 mdp del fideicomiso público; un gasto de más de 12 mil mdp en compras reportadas sobre capítulos de gasto no correspondientes y la falta del registro del valor real de las donaciones recibidas. En los programas prioritarios se informó que, con la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, se otorgaron apoyos económicos por 22.6 millones de pesos a mil 575 beneficiarios que no presentaron la Clave Única de Registro de Población (CURP); que en dos mil 55 casos hubo pagos por 10.1 millones a personas fallecidas y que se otorgaron apoyos por concepto de pago de marcha a siete mil 874 personas por un monto de 10.2 millones de pesos, “respecto a los cuales la Secretaría del Bienestar no acreditó su procedencia mediante las actas de defunción respectivas”.
Todo lo anterior demuestra que la principal bandera del gobierno de AMLO se ha caído y que, en los últimos tres años ha carecido de políticas eficaces y se ha colocado entre los gobernantes más corruptos del mundo. Con AMLO, Morena y la 4T, no solo hay más pobreza, inseguridad e insalubridad públicas, sino corrupción para rato.
Aunado a ello hay que ver, El caso de los abogados de Julio Scherer, ex consejero jurídico de AMLO, es uno de los escándalos de corrupción más grandes de los últimos años, evidenciando el tráfico de influencias orquestado desde el Gobierno.