Falleció Alma Rosa Aguirre, actriz del Cine de Oro
El gremio del espectáculo está de luto por la reciente muerte de la actriz Alma Rosa Aguirre, estrella del Cine de Oro Mexicano quien perdió la vida a los 95 años de edad por causas naturales en la Casa del Actor, en donde vivía desde hace varios años.
Fue la Casa del Actor que anunció el fallecimiento de la actriz a través del siguiente mensaje.
“Con gran pesar comunicamos el deceso de nuestra querida compañera y admirada actriz Alma Rosa Aguirre, quien falleció anoche en La Casa del Actor, rodeada del cariño y respeto de sus compañeros, huéspedes, directora y miembros del patronato.
“Desde aquí, nuestro más sincero pésame a su hermana Elsa. Nunca la olvidaremos. Descanse en paz”, compartieron al público en general.
La hermana de Elsa Aguirre formó parte de una generación dorada de actores y actrices que marcaron un antes y un después en la historia del cine nacional, consolidándose como una de las figuras más emblemáticas de su tiempo.
Alma Rosa Aguirre nació el 19 de febrero de 1929 en Ciudad Juárez, Chihuahua. Desde pequeña mostró un talento innato para la actuación y, junto con su hermana Elsa Aguirre, incursionó en el cine tras ganar un concurso que les permitió debutar en la película El sexo fuerte (1946), dirigida por Emilio Gómez Muriel. Este fue el inicio de una carrera brillante que la llevaría a compartir escena con grandes estrellas de la época.
A lo largo de su trayectoria, participó en 32 producciones cinematográficas, destacándose en películas como El siete machos (1951), donde actuó junto a Mario Moreno “Cantinflas”.
Su versatilidad la convirtió en una actriz muy solicitada en la industria, logrando interpretar una amplia gama de personajes que la consolidaron como un ícono del cine mexicano.
En 1958, decidió alejarse de la pantalla grande para enfocarse en el teatro y la televisión, explorando nuevas facetas de su carrera artística durante 14 años.
No obstante, en 1972 regresó al cine para filmar su última película, Entre monjas anda el Diablo (1973), en la que compartió créditos con Vicente Fernández y Angélica María.
El legado de Alma Rosa Aguirre es invaluable. Su trabajo dejó una huella imborrable en la cinematografía mexicana y su nombre quedará inscrito en la memoria de quienes la admiraron en cada una de sus interpretaciones.
Su partida marca el final de una era, pero su arte y su esencia perdurará en cada una de sus películas, que seguirán siendo referencia obligada para las nuevas generaciones de cinéfilos y artistas.