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AMLO deja un aumento de 5 millones de mexicanos que trabajan y viven en pobreza

Acción Ciudadana Frente a la Pobreza,presentó su análisis sobre los pendientes que deja AMLO sobre la pobreza en México donde se muestra que casi 35 millones de personas que tienen trabajo (68% de la población ocupada), no tienen el ingreso suficiente, ni para obtener dos canastas básicas para vivir.

Son 5 millones más que en 2018, de acuerdo con el documento presentado, del texto elaborado por Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

Señala que, las fallas estructurales del sistema laboral en México permanecen sin cambio estos 6 años.

La tasa de participación laboral se mantiene igual; la exclusión de mujeres y jóvenes no ha cambiado; más de la mitad de las personas que trabajan carecen de salario suficiente para superar el umbral de pobreza; y la mitad tiene trabajos sin acceso a servicios de salud.

El informe apunta que la raíz principal de la pobreza se mantiene sin cambio: el trabajo sigue siendo fábrica de pobreza para millones de personas. El incremento al salario mínimo ha mejorado el ingreso laboral pero no ha sido suficiente, incluso entre quienes tienen trabajos formales en el sector privado, más de la tercera parte  carecen de salario suficiente para superar el umbral de pobreza salarial y más de la mitad ganan menos del monto referencia del salario digno: menos de 12,500 al mes.

A nivel internacional, México está muy abajo en la “tabla” de comparación (“benchmarking”) de indicadores laborales. Nuestro país queda siempre por debajo de nuestros pares en la OCDE y muchas veces por debajo de  las economías de América Latina y El Caribe, incluso las que tienen menor tamaño, dinamismo comercial y competitividad económica que la nuestra.

Este balance busca afinar la mirada y cambiar la narrativa sobre el mundo del trabajo. Está basado en datos  oficiales, no usamos otros datos, es otra mirada a los mismos datos. Muchos análisis sobre la pobreza pasan por alto el dato central: la principal causa de la permanencia y la cantidad de personas en pobreza en nuestro  país son los bajos salarios y los trabajos sin seguridad social. Esas son las dos variables con mayor peso en la medición de la pobreza de Coneval. Ambas se producen directamente desde el sistema laboral: personas sin trabajo (sin ingreso y sin seguro social) o con trabajo precario (sin salario suficiente para superar la pobreza y sin seguro social).

No se puede pretender “combatir la pobreza” únicamente con política social. Mucho menos con programas sociales.

Las grandes políticas sociales deben garantizar derechos humanos: educación, salud, vivienda, alimentación. Los programas sociales -si están bien diseñados y no se reducen sólo a repartir transferencias monetarias- pueden contribuir a enfrentar condiciones estructurales que impiden el ejercicio de derechos sociales para una parte de la población.

Los sectores de la población que acumulan desventajas, derivadas de la pobreza y las carencias, requieren acciones complementarias (“programas”) que les permitan ejercer sus derechos. Pero ningún programa social  puede garantizar derechos, sustituir la prestación de servicios universales de educación y salud con calidad y equidad, ni mucho menos reducir la pobreza que se produce desde el sistema laboral.

También el análisis sobre el sistema laboral requiere afinarse, clarificar conceptos y ponderar mejor los  indicadores y los datos. Con frecuencia se confunde desocupación con desempleo, informalidad laboral con  evasión fiscal, salario promedio con punto medio y estratos salariales.

Analistas económicos y medios especializados magnifican cambios mínimos en indicadores laborales y sociales,  como si se tratara de indicadores macroeconómicos. Por inercia analizan las variaciones en indicadores laborales y sociales con el mismo lente con que siguen la fluctuación del tipo de cambio, el crecimiento  mensual del PIB o de la inflación y las variaciones diarias del índice de cotizaciones de la Bolsa de Valores.

El sistema laboral no funciona así: los datos del sistema laboral -y en general los datos sobre pobreza, carencias  sociales y desarrollo humano- no cambian sustancialmente en meses o pocos años. Muchas variaciones en realidad se ubican en el margen estadístico: la situación real es “igual”, o como se dice en el argot de las encuestas electorales: reflejan “empate técnico”, que en este caso es “estancamiento”.

El punto de partida de nuestro análisis es que las condiciones de exclusión y precariedad laborales en México  son inaceptables, pues no corresponden con el tamaño y el dinamismo de nuestra economía. Estas condiciones  además producen y explican el estancamiento y la magnitud desproporcionada de la pobreza en nuestro país,  aún con su reciente reducción.

Mientras se siga discutiendo la pobreza desde la política social y se deje de lado la raíz laboral de la pobreza en  México, estamos condenados a mejoras marginales y retrocesos cíclicos.

Este documento se alimenta e inspira en los reportes producidos durante estos años, en particular la batería de análisis temáticos y especiales sobre condiciones laborales publicados en 2023 y de los indicadores del Observatorio de Trabajo Digno – OTD generados desde 2018. El OTD cuenta con información regular y periódica para estos 6años.

Uno de los mayores errores de percepción sobre el sistema laboral en México es la magnitud del desempleo. La tasa de 2.7% refleja únicamente la desocupación: personas que la semana previa no trabajaron ni una hora y sí buscaron empleo.

La desocupación es solo la punta del iceberg del desempleo. El desempleo es, al menos, la suma de personas desocupadas más las disponibles. La única diferencia entre ambas, es que las personas “disponibles” no buscaron trabajo “la semana previa”.

Quienes están disponibles no tienen impedimento para trabajar. La mayoría pueden y necesitan trabajar. En realidad, son personas desalentadas que ya no buscan trabajo, pues consideran que no tienen posibilidades de conseguirlo.

En países desarrollados la tasa de desempleo es mayor porque la única manera de conservar el “seguro de desempleo” es buscar trabajo activamente. En México, no hay seguro de desempleo, por eso el desempleo se disfraza de “población disponible”.

En 2024, hay 6.6 millones de personas desempleadas, considerando ambas situaciones: desocupación y disponibilidad – desalentadas.