Es una infamia, AMLO es un desagradecido y un mentiroso
El diputado Santiago Creel Miranda calificó de “infamias y mentiras” las opiniones expresadas esta mañana por el presidente Andrés Manuel López Obrador contra su persona.
Entrevistado en el Palacio Legislativo de San Lázaro, lamentó que el Ejecutivo siga en una actitud bélica, de difamador, de confrontación y de división del país.
Creel Miranda se refirió a lo que se dijo en su contra, en la conferencia matutina desde Palacio Nacional: “Es una infamia, es un desagradecido y es un mentiroso, lo cual es muy grave, porque no lo dice Andrés Manuel López Obrador, sino el jefe del Estado mexicano que merece todo el respeto por su investidura”, agregó.
Aseguró que su forma de vida y patrimonio siguen igual que hace 30 años, producto de su trabajo como abogado consolidado y servidor público.
Recordó que, en 1995, el hoy presidente de la República “acudió a mi despacho durante varias ocasiones, con su hijo mayor, José Ramón, mi despacho estaba en el edificio Omega, tenía yo tres pisos, ocupaba casi 4 mil metros cuadrados, era el socio director de ese despacho y acudió conmigo para que lo asesorara legalmente”, dijo.
“Usted vio mi manera de vida, el patrimonio que tenía en mi casa, cómo lo recibí, los muebles que había en mi casa, los cuadros, todo eso lo sigo teniendo igual, no vivo ni más ni menos, como vivía hace 30 años, presidente”, precisó.
“No es justo, que por diferencias políticas me difame a mí o a mi familia. Y más, cuando usted pidió mis servicios como abogado, que fue pro bono, pro bono quiere decir que no le costó un peso y le dediqué un año y medio al estudio de sus casos jurídicos”, detalló.
“Puede averiguar en el SAT mis ingresos muy fácilmente, han sido más o menos regulares; mis impuestos están pagados, cada año tengo mis constancias. Y lo que, si le digo una cosa presidente, véase usted mismo, ¿de qué ha vivido en estos 30 años? Yo he vivido de mis sueldos como servidor público, pero de mi patrimonio que tuve el privilegio de hacer, de trabajar durante 17 años”, expresó.
Finalmente, el también diputado del PAN, dijo no temer a que la UIF lo investigue. “Si quieren investigarme, bienvenida”, porque no tengo nada que temer, “lo que tengo ahí está y está a la vista de todos”, aseguró.
Entrevista ofrecida a los medios de comunicación, al finalizar su participación en el evento con el Centro de Estudios Superiores Navales de la Secretaría de Marina, en el Palacio Legislativo de San Lázaro
PREGUNTA. – Preguntarle sobre las acusaciones que hace el presidente en la mañana en contra de tu persona y de otro, de que pues robaron a manos llenas y él tiene sus manitas limpias.
RESPUESTA. – Mira, a mí me da mucha pena, lamento mucho que el presidente siga en una actitud bélica, en una actitud de difamador, en una actitud de confrontación y en una actitud de división del país.
Sé que le preocupó mucho nuestro evento del domingo, pero le quiero recordar algunas cosas al presidente, y lo hago de una manera directa, con plena serenidad, convencimiento de causa, y sé que lo que digo él lo puede constatar.
Cuando el presidente López Obrador me conoció, en el año de 1995, él acudió a mi despacho durante varias ocasiones, con su hijo mayor, José Ramón, mi despacho estaba en el edificio Omega, tenía yo tres pisos, ocupaba casi 4 mil metros cuadrados, era el socio director de ese despacho y acudió conmigo para que lo asesorara legalmente.
Presidente López Obrador, con todo respeto: usted sabía que yo, cuando acudió a verme, era un abogado consolidado, con uno de los despachos más grandes del país y de mayor calidad desde el punto de vista jurídico. Con oficinas en México y en el extranjero y esto yo no lo heredé, lo hice, con mi licenciatura en la UNAM, de la cual estoy agradecido de por vida y por eso sigo dando clases en la Facultad de Derecho, ahora en la división de estudios de Posgrado.
Pero no solamente eso, presidente López Obrador, lo que más me lastima es lo malagradecido. En aquella época ¿Cuántas veces no fue a mi casa? ¿Cuántas? Esto fue hace 30 años, presidente, o casi 30 años. Usted vio mi manera de vida, el patrimonio que tenía en mi casa, cómo lo recibí, los muebles que había en mi casa, los cuadros, todo eso lo sigo teniendo igual, no vivo ni más ni menos, como vivía hace 30 años, presidente.
Yo ingresé a la política por convicción, para hacer el proceso de transición que, por cierto, usted ya no recuerda, pero que un tramo lo hicimos justos, y usted sabía perfectamente de los clientes que yo tenía y estaba muy consciente de la remuneración que yo percibía.
No tengo un mejor vehículo del que tenía hace 30 años, no tengo un sistema de vida ni de calidad de vida diferente al que tenía hace 30 años.
Puede averiguar en el SAT mis ingresos muy fácilmente, han sido más o menos regulares; mis impuestos están pagados, cada año tengo mis constancias. Y lo que, si le digo una cosa presidente, véase usted mismo, ¿de qué ha vivido en estos 30 años?
Yo he vivido de mis sueldos como servidor público, pero del patrimonio que tuve el privilegio de hacer, de trabajar durante 17 años, empecé a los 17 años, el tercero de preparatoria lo hice ya en el curso nocturno, con mi primer salario empecé a vivir de manera independiente, me compré mi propi coche.
Quiero decirle que todos mis estudios en el extranjero los hice con becas nacionales y de los cuales estoy agradecido y toda mi vida hasta que tenga el último aliento voy a dar clases como retribución al Estado mexicano porque me fui becado con instituciones nacionales.
Regresé a México pudiéndome haber quedado en cualquier despacho de abogados de los Estados Unidos, a México lo quiero, lo adoro.
No es justo que por diferencias políticas me difame a mí o a mi familia. Y más cuando usted pidió mis servicios como abogado, por supuesto que fue pro bono y pro bono quiere decir no le costó un peso y le dediqué año y medio al estudio de sus casos jurídicos, y con su hijo José Ramón, muy chiquito, por cierto, pero que el otro día que me encontré me lo recordó, iba a mi despacho, usted lo conocía, sabe que son tres pisos en el edificio Omega. Eso lo hice yo.
Recibí un patrimonio de familia, mi familia me ha inculcado vivir con austeridad y hemos sido responsables en administrar nuestro patrimonio cada una de las generaciones.
PREGUNTA. – Diputado, ¿a qué cree que se deba este rencor y este resentimiento que tiene contra la clase económicamente alta? Porque finalmente los empresarios son los que dan los empleos, porque ellos cuando llegaron a la administración pública corrieron a mucha gente en vez de, como decía, darle el empleo, asegurarle éste, los empezaron a correr. Y finalmente, los empresarios, nos guste o no, son los que mantienen el empleo y la producción en nuestro país.
RESPUESTA. – No lo sé, yo no voy a hablar de la psicología y de una materia que no sé. Sí hablo de hechos y lo que hoy en la mañana dijo el presidente es una infamia, es un desagradecido y es un mentiroso y es muy grave porque no lo dice Andrés Manuel López Obrador, lo dice el jefe del Estado mexicano que merece todo mi respeto por su investidura, pero no por lo que está diciendo presidente, no caiga tan bajo, recuerde sus épocas, recuerde mi casa, que le dije cuando entró por primera vez, “es su casa” presidente, no era presidente, “siéntase en familia”, merendamos con mis hijos y mis hijas.
Él sabía, ahí están los cuadros que hoy tengo en mi casa, están los muebles que tengo en mi casa, los vehículos. No, conmigo no juega. Yo voy en serio, soy una gente que mi único convencimiento es buscar lo mejor de México.